A lo largo de la historia, la música ha demostrado ser una potente herramienta para la construcción colectiva de la memoria, destacando su increíble poder para transmitir relatos y narrativas, que reflejan los triunfos y las tragedias en momentos históricos significativos para la sociedad.
A su vez, puede servir como un medio idóneo para preservar la memoria de acontecimientos traumáticos o periodos de represión en contextos de dictadura o regímenes de censura. Según Suarez (2010),
Por otra parte, el análisis de la memoria colectiva desde la música, sugiere ir más allá del discurso mismo y penetrar en la esfera social y cultural de las sociedades. La música lleva en su armonía, métrica y melodía, recuerdos que evocan situaciones políticas como momentos de gozo nacional, tiempos de represión y pérdida social; un ejemplo de ello, las dictaduras y las masacres. (p. 15)
Tomando en consideración lo planteado anteriormente, resulta menester destacar que el presente artículo busca responder a la interrogante de: ¿Es posible que la música y las letras de las canciones del rock nacional argentino sirvan como expresiones de memoria colectiva de la dictadura militar en Argentina entre 1976 y 1983?
En este sentido, es interesante observar cómo los jóvenes argentinos lograron utilizar el rock nacional como una forma crucial de resistencia a la persecución, la censura y el discurso militar. A través de letras codificadas, encontraron una manera de expresar su oposición y formar un movimiento musical que reunía y movilizaba a la población Argentina. Por ejemplo, la letra de la canción «Los dinosaurios» del músico Charly García, afirma Suarez (2010), “Relata como las personas durante la dictadura podían ser víctimas y más aún, susceptible de ser desaparecidas al señalárseles como enemigas del orden nacional.” (p. 32)
Con el tiempo y ante el advenimiento de la democracia, estas canciones se convirtieron en himno de la cultura y la memoria colectiva de Argentina, inclusive frente a su prohibición y censura.
Como plantea Raúl Cubas, que en contextos de persecución, represión y censura, el sector cultural es el más reprimido. En Argentina también se expresaron a través de la música folklore, así como en Venezuela en su momento surgió la gaita protesta, siendo una forma de expresión de descontento para los músicos venezolanos, quiénes a través de sus letras manifiestan su oposición a las circunstancias que afectan negativamente al país.
Es preciso mencionar lo que afirma Favoretto (2014), ya que “A pesar de haber declarado dos guerras, una interna contra la subversión y otra externa contra Inglaterra, e intentado manipular a los jóvenes para que pasaran de ser enemigo interno a cómplice contra el enemigo externo, la batalla cultural, diferente de la lucha armada, en mayor o menor medida, fue perdida por los militares.” (p. 85)
Otro caso relevante es la música popular como muestra de los sucesos traumáticos del conflicto armado interno colombiano, como destaca Urdaneta (2023):
La música popular, en su capacidad de transmisión oral y folclórica de la historia popular de las comunidades, sirve como medio para la construcción de una memoria colectiva de las víctimas del conflicto armado. La música popular es un corpus de estudio importante porque proporciona coordenadas políticas para proyectar soluciones contextualizadas de conflictos en la búsqueda de una nueva etapa de paz nacional.” (p. 43)
Cabe destacar que algunos tipos de música —como los himnos nacionales, las canciones de protesta y las melodías de resistencia— se transforman en representaciones simbólicas de la identidad colectiva, la lucha y la solidaridad.
El Informe “Memoria, Verdad y Justicia: La necesidad del protagonismo de las víctimas y del movimiento de DDHH en el actual proceso político venezolano” de Raúl Cubas, destaca entre las ideas de acción del proceso de construcción de memoria colectiva, especialmente por su propuesta de crear un “Museo de la Memoria”, con la exhibición de violaciones de DDHH ocurridas a partir del año 1958.
Por ello, es importante promover la creación de museos de la memoria, donde sean exhibidos materiales de divulgación como documentales, programas de televisión y de radio, también discos, letras de canciones, de cánticos de protestas, entre otros.
Las expresiones musicales no solo reflejan la memoria colectiva, sino que también participan activamente en su construcción, ya que promueven la reflexión crítica sobre la realidad social y las narrativas oficiales, convirtiéndose en testimonios vivos al transmitirse de generación en generación.
Como refleja el caso de estudio del presente ensayo, un sinfín de canciones argentinas reflejan el clima político y social de la dictadura militar, transformándose en himnos frente a un período traumático de su historia nacional al ser capaces de evocar emociones, recuerdos y experiencias compartidas por el grueso de la sociedad.
Referencias:
- Suárez, A. (2010). Construcción de memoria colectiva a través de la música: La experiencia del movimiento de las Madres de Plaza de Mayo. Pontificia Universidad Javeriana: Carrera de Ciencia Política.
- Cubas, R. (2023, 18 de enero). Conversatorio Virtual con Raúl Cubas.
- Favoretto, A. (2014). La dictadura argentina y el rock: Enemigos íntimos. Resonancia vol. 18., n° 34, enero-junio 2014, pp. 68-87.