Es un trabajo de todos visibilizar la situación del estado Portuguesa; ante la crisis humanitaria compleja agravada, en consecuencia, denunciar el alto índice de pobreza con marcada vulnerabilidad, como transgresión de derechos humanos; en este orden, diseñar la activación de mecanismos que atiendan esta realidad. De acuerdo al diagnóstico realizado por la Mesa de Grupos Vulnerables Plan País Capítulo Portuguesa, se identificaron cinco grupos vulnerables en nuestro estado: 1- Niños, niñas y adolescentes; 2- Mujeres; 3- Adultos Mayores; 4- Personas con discapacidad funcional y enfermedades mentales, 5- Privados de Libertad y sus familiares.
En tal sentido, Portuguesa se encuentra con un índice de 87% de pobreza por encima del nivel nacional; resaltando los municipios Guanarito y Unda en 72% de pobreza multidimensional; seguido de Ospino y Esteller. Esta pobreza se traduce en: desnutrición severa, alto índice de muertes neonatales e infantiles, elevadas tasas de embarazos adolescentes y muertes maternas por falta de atención médica, control prenatal, cuidados, material médico, entre otros, ejemplo de ello: El Hospital Universitario Dr. Jesús María Casal Ramos, el cual atiende gran población del cono sur del estado, como el IVSS Dr. José Gregorio Hernández, incluyendo, el rezago escolar y aumento de NNA trabajadores en las calles, vendiendo café, limpiando zapatos, revendiendo alimentos, ahora agreden por un bocado de comida. De acuerdo con la Encuesta Encovi (2019), el número de hogares pobres creció porque no tienen para comprar alimentos, falta de ingreso económicos, evidenciado según el patrón de compra de alimentos, dieta sin calidad y variedad.
Aunado a esto, el fenómeno de feminización de la pobreza, siendo el estado de mayor índice de embarazos a temprana edad, con prevalencia en los municipios San Rafael de Onoto y Esteller. Cabe resaltar que, al referirnos a feminización de la pobreza, significa, hablar de una realidad que viene de lejos: el feminismo lleva tiempo utilizando esta expresión para connotar el creciente empobrecimiento material de las mujeres, empeoramiento de sus condiciones de vida y vulneración de sus derechos fundamentales, estos van desde escasez de anticonceptivos e insumos para una higiene menstrual, hasta la prostitución forzada para obtener alimentos y sustentar el hogar.
Le sigue, el fenómeno demográfico migratorio, en efecto, la desasistencia al adulto mayor, la situación de vulnerabilidad de este grupo es tan compleja como la crisis humanitaria porque violenta todos los peldaños de necesidades sentidas y prescritas del envejecimiento. Además, del fenómeno demográfico migratorio actual, afectando emocionalmente a los mayores generando daños que lo paralizan y les resta calidad de vida. Porque son olvidados y dejados por hijos que migran; mientras que otros emigran, exponiéndose a situaciones hostiles, en el peor de los casos quedan al cuido de los nietos y les toca volver a criar. Todo esto representa riesgos sociales y de salud de quien envejece en un país sin justicia social.
Bajo este contexto, las instalaciones del INASS, a su vez, todos los servicios abiertos y cerrados están en las mismas situaciones de los hospitales: mala alimentación, dietas sin nutrientes, deterioro general del envejecimiento, a eso se le suma patologías propias de la edad, aunado a la falta de medicinas. Los centros gerontólogos, están a cargo de militares y/o activistas políticos que desconocen sobre el envejecimiento. Por ello, es esencial activar una red de especialistas para retomar estos centros. De modo tal, que institucionalmente el trabajo va desde cambiar el personal, reactivar los centros asistenciales, ubicar a los familiares de los institucionalizados hasta devolverles la calidad de vida, asistiendo sus necesidades básicas y supliendo un mínimo de carencias psicológicas, de tal manera, que se reactiven las ganas de participar en las propuestas que presente el equipo multidisciplinario.
La delicada situación de abandono en la atención a personas con discapacidad funcional y enfermedades mentales: Fallas en la atención y cobertura de áreas vitales como empleo, vivienda, educación, apoyo al emprendimiento, acceso a servicios básicos (exoneración del pasaje, gas doméstico), entre otros. No hay un sitio adecuado para internación temporal de estas personas. En las consultas han aumentado significativamente los pacientes masculinos, con alto niveles de impotencia, frustración ante su incapacidad para proveer a sus hogares.
Por último, la situación privados de libertad, lo cual existen personas detenidas preventivamente, en centros con alto nivel de hacinamiento; carecen de personal capacitado para abordar situaciones de motín u otros eventos violentos. Asimismo, los familiares de los reclusos, (niñas, adolescentes y mujeres), están sometidas a violencia sexual y género, en actos de vejación, humillación, tocamientos y hasta abuso sexual. Se agrega, la Comisaria de Campo Lindo es un lugar preventivo, cuenta con una capacidad aproximada para 180 personas, y para el momento de la tragedia, habían más de 500 detenidos, según cifras extraoficiales. Es decir, no hay condiciones para mantener tantas personas, no existe clasificación del detenido, todos están juntos.
Ante esta palpable realidad ¿Señor gobernador del estado, alcaldes, diputados y concejales? Representando ustedes un estado, que por excelencia fue pujante y próspero, “El Granero de Venezuela”, es propicio preguntarse: ¿Dónde está el “Estado Democrático, Social, de Derecho y de Justicia”? Esto es el resultado de una desinstitucionalidad, corrupción, incompetencia palpable … Hoy celebran de manera grotesca la 2da. Expoferia Portuguesa Potencia con derroche de recursos en dólares ¿Dónde esta el Interés Superior del Niño y Prioridad Absoluta?
Imagen: Saqueo a transporte de azúcar, en Acarigua, Estado Portuguesa. Cortesía de Agencia Carabobeña de Noticias.
