#CiudadaniaActiva
Hace unas décadas, en los años 80 el mundo observaba a Venezuela con admiración, sus recursos inagotables, el petróleo, los minerales, el cacao, gas, turismo, la pesca posicionaron a la patria de Bolívar en el ránking de las naciones más ricas de Latinoamérica.
Sin embargo, en la actualidad Venezuela atraviesa una Emergencia Humanitaria Compleja encontrándose en una situación de vulnerabilidad alimentaria y nutricional aunada al uso discriminatorio de programas sociales de distribución y abastecimiento de comida a través de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) que no poseen la capacidad de abarcar los sectores más desamparados y son además politizado.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la agricultura y la alimentación y el Programa Mundial de Alimentos de la ONU en el informe de análisis de alerta temprana de los focos de inseguridad alimentaria aguda, publicado en noviembre de 2020, casi un tercio de la población enfrenta dificultades de acceso a los alimentos.
Más del 80% de los venezolanos son población pobre, encontrándose al menos el 70% de ese total en extrema pobreza, escenario que se ve agravado por la hiperinflación ocasionada producto de la depreciación cambiaría donde 1 $ (dólar estadounidense) tiene un valor superior a 1.000.000 de Bolívares impactando negativamente todo esto en conjunto la disponibilidad de alimentos y el poder adquisitivo de los individuos, dónde 1kg de Harina de maíz precocida es equivalente al monto del salario mínimo de un ciudadano venezolano.
Adicional agentes del régimen ilegítimo de Nicolás Maduro han invadido oficinas de algunas organizaciones benéficas, evidenciando una postura contraria a la de la lucha contra el hambre. En noviembre del pasado año fue atacada Alimenta La Solidaridad bajo la acusación de que la organización opera para alterar políticamente a los habitantes, quienes por el contrario, de acuerdo al reportaje del diario The New York Times sirven la única oportunidad de alimentación diaria a un aproximado de 25.000 niños que acuden a los distintos comedores distribuidos en el territorio nacional.
Los activistas y defensores de Derechos Humanos manejamos la estrategia de Documentar, Denunciar y Difundir, y aun cuando dada la limitada libertad de expresión y hermetismo por parte de algunos grupos afectos al régimen se dificulta el manejo de las cifras exactas los estudios realizados arrojan un alto índice de desnutrición, el cual parece ir en ascenso. Por lo que, exigimos a los entes correspondientes se adopten medidas que garanticen el derecho humano al acceso, disponibilidad y utilización de los alimentos en la cantidad y calidad necesaria para el consumo y desarrollo adecuado de la población.
