Una decisión política en contra de los derechos de las personas venezolanas solicitantes de refugio

Este informe fue realizado en conjunto por las organizaciones Promedehum y Cadal.

Según la estadística publicada en su sitio web por la Conare, 317 personas venezolanas han sido reconocidas por la Comisión como Refugiadas, un valor muy bajo en relación con el número de solicitudes realizadas.

Se ha tenido información por parte de distintos organismos, que los últimos refugios otorgados en Argentina a personas de nacionalidad venezolana, corresponden a reunificaciones familiares, eso significa que no fueron respuesta a las solicitudes en espera por venezolanos. 

Si bien la reunificación familiar es importante, existen un considerable número de personas esperando se resuelva su pedido de protección internacional, incluyendo las personas perseguidas por motivos políticos.

Los informes sobre la situación humanitaria de Venezuela son la síntesis de cómo el accionar del gobierno ha generado una crisis sin precedentes en la región, provocando un profundo e incalculable impacto en las personas y el medio ambiente. El deterioro estructural, la incapacidad para garantizar de manera segura y permanente bienes y servicios y las decisiones de gobierno de los últimos seis años han empeorado la situación.

En el plano político, el Estado ha facilitado que se cometan abusos de autoridad y acciones de violencia contra las personas por parte de organismos de seguridad, grupos de civiles armados, grupos paramilitares e individuos adeptos al gobierno, lo que forja un entorno hostil e inseguro para el desempeño de la vida cotidiana.

En Venezuela hay una política de Estado para perseguir sistemáticamente a quienes difieren del régimen de Maduro, las personas defensoras de derechos humanos son víctimas de acciones abusivas de los distintos cuerpos de  seguridad estatal.

La crisis política, económica, humanitaria y de derechos humanos en Venezuela continúa. No hay mejorías y las aparentes son muy frágiles. Consecuencia de esto, es que la salida de personas de Venezuela no se detiene y sigue siendo la crisis migratoria más grande del continente y una de las más grandes del mundo. Sin embargo, los países de América poco o nada han tomado en cuenta para otorgar el status de refugiado a los venezolanos y los programas de regularización migratoria a la población, si bien contribuyen en algo, son insuficientes y dejan en estado de desprotección a las personas migrantes y refugiadas.

Por ello, se exhorta y hace recomendaciones hacia el Estado argentino, a través del siguiente informe, que puede leer completo aquí.