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“Seguro fue el efecto Bachelet”

El 19 de junio la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Oacdh), Michelle Bachelet llegó a Venezuela para una visita de tres días, y quienes hacemos vida en el movimiento de los derechos humanos en el país, comenzamos a correr como nunca antes, pero siempre con el objetivo de intentar hacer alguna incidencia con una autoridad como esta. Todo a favor de dar visibilidad a las víctimas que día tras día aumentan considerablemente.

Si bien es cierto, que es público el informe preliminar que la propia Bachelet leyó en marzo de este año, durante una sesión del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas como parte de una primera actualización del informe exhaustivo que elabora sobre el país, también lo es, que la campaña absurda de que la Alta Comisionada llegaría con la finalidad de lavarle la cara al régimen de Maduro era inminente. Lo más peligroso de esto último fueron los mensajes propagados en cada rincón de nuestro país generando angustia a las víctimas de violaciones de derechos humanos.

En el Metro Bachelet

“Bachelet llegará hoy (miércoles 19). Esa viene a poner a Maduro derechito y a los empresarios también. ¿Viste como bajó el kilo de queso?”, decía un señor en los asientos dispuestos en el vagón para las personas mayores, mientras que una mujer intervino rápidamente para aclarar que la Alta Comisionada era de izquierda, esa misma izquierda que nos está matando de hambre. Yo escuchaba atentamente y por primera vez en silencio, cada uno de los comentarios en mi trayecto de “baño de pueblo” como le llamo al único medio de transporte que puedo tener disponible para todo lo que hago para persistir, resistir y subsistir.

De regreso a mi casa al final de la tarde, (no me quería perder la llegada de Bachelet que se esperaba después de las 6 pm) casi todas las personas que estaban en el vagón sin aire acondicionado y milagrosamente sin retraso hablaban de cómo se pulieron las calles, la pintura que aún estaba fresca en todo el centro de Caracas y la poca presencia de bolsas de basura que ya se nos hace tan normales ver. Sin embargo, esta vez mi prudencia me duró poco y no pude quedarme en silencio, así que solté con mi peculiar voz: “será en el centro porque en Plaza Venezuela están las calles llenas de huecos, de bolsas de basuras y de niños hurgándolas”, al mismo tiempo obtuve respuesta de alguien molesto por mi comentario que me sugirió que si no me gustaba podía mudarme al “Este del Este”, seguramente era algún familiar de Erika Farías, solo por eso preferí ignorar su observación y seguir siendo prudente.

Otros comentaban el fuerte despliegue de seguridad y otra vez se preguntaban por qué el queso bajó de 22 mil bolívares el kilo a 13 mil… “Seguro fue el efecto Bachelet”.

Así fueron mis tres días en el Metro, en la calle, en todos los lugares en los que hice vida.

De vuelta a Bachelet

Volviendo al tema del Informe preliminar donde la Alta Funcionaria expresó su preocupación por la “magnitud y la gravedad de la repercusión de la crisis actual sobre los derechos humanos” y precisó la importancia de que su equipo técnico pudiese acceder sin restricciones ni amenazas a todas las personas que necesiten denunciar un hecho ante la comisión. Conociendo esto, debemos tener presente que ya desde la ONU se habría reconocido, la emergencia humanitaria compleja, la existencia de personas privadas de su libertad por razones políticas y la crisis de derechos humanos que se vive en el país entre otros horrores.

En ese informe preliminar Bachelet también dijo que las autoridades venezolanas se negaron a reconocer las dimensiones y la gravedad de la crisis en materia de cuidados médicos, alimentación y servicios básicos, por lo que las medidas que han adoptado no habrían sido suficientes.

Sin duda, cada quien es libre de pensar lo que quiera, más en un contexto como el que vivimos desde hace tantos años y lo ignorado que nos hemos sentido, pero el régimen de Maduro juega a nuestro cansancio y a nuestro descontento colocando en la opinión pública que nadie quiere ayudarnos, que nadie puede salvarnos y lo que es más grave aún por su falsedad, es que nos haga pensar que nosotros mismos no podemos hacer nada para cambiar la situación. La denuncia es una herramienta indispensable, de la que nos debemos empoderar, armar y hasta multiplicar impartiendo conocimientos para que otros entiendan que, aunque no tengamos institucionalidad hay que dejar un precedente, hay que dejar constancia de todo lo que nos ocurre y si no sabemos cómo, debemos buscar organizaciones de la sociedad civil, defensores de derechos humanos que seguramente encontraremos.

Las ONG, las víctimas y Bachelet

Como Caleidoscopio Humano, organización sin fines de lucro que fundé junto a un grupo de colegas periodistas, que como yo están convencidos en el papel fundamental que tenemos los profesionales de la comunicación como defensores de derechos humanos estuve presente en la reunión con la Alta Comisionada y pude constatar de primera mano el esfuerzo grandioso que realiza la sociedad civil para no abandonar a quienes más necesitan y cómo fueron escuchados con atención por las autoridades de la ONU que sabían bien lo que se estaba conversando. Estas organizaciones fueron reconocidas por Bachelet por su enorme trabajo.

Denunciar, documentar y difundir para algún día obtener justicia y reparación y garantías de no repetición no es algo que se logra en tres días, no es algo que de la nada puede hacerse y eso lo debemos entender desde cada uno de nuestro rol en la sociedad.

Ayudar a quienes más necesitan, ser víctima y confiar en la ética y el profesionalismo de los colegas periodistas, políticos y todos los que llevan en sus espaldas la responsabilidad de forjar opinión tanto en redes sociales como en cualquier espacio del país es un trabajo de todos. Vivimos momentos transcendentales donde solo nosotros podemos marcar el rumbo, saber de verdad y estar seguros de la fecha y el día en el que esto terminará y que en ese momento nos tendremos que abocar a construir un mejor lugar donde sí se nos respete nuestra dignidad humana.

Desde Caleidoscopio Humano también pudimos alzar nuestras voces y entregar un documento a la Alta Comisionada en el que apelamos al mandato expreso que tiene en dar seguimiento a la grave situación de derechos humanos en el país ya que es urgente que en el ejercicio de ese mandato pueda escuchar las voces de los vulnerados, de los invisibles y de esas personas que sufren día tras día las consecuencias de la ineficiencia de un gobierno que por años ha violado derechos humanos negando la crisis, las denuncias y la existencia de las millones de vidas afectadas por lo que estamos viviendo.

Con el anuncio realizado en rueda de prensa de la permanencia de los Oficiales encargados de investigar lo que se está denunciando nos sentimos receptivos y evaluamos como positiva la visita de Bachelet al país, esperando el informe definitivo el próximo 5 de julio. No queda nada para tener una visión más clara de lo que ha sido y será la ONU en Venezuela.

Los temas centrales que tocamos desde nuestro mandato y que las ONG presentaron en cada una de sus excelentes representaciones y participaciones fueron precisamente los que se les debe seguir dando visibilidad en medios de comunicación y en la opinión pública. El resumen general es el siguiente:

– Migración forzada

– Presos políticos

– Imposibilidad de acceso a la canasta básica

– Falta de medicamentos desde un hipertensivo hasta antirretrovirales para personas con VIH.

– Sin acceso a la salud

– Sin acceso a la educación

– Crisis eléctrica

– Periodistas silenciados (bloqueos, censura, persecución, entre otros).

– Persecución a defensores

-Sin agua potable y de calidad

-El Arco Minero del Orinoco arranca vidas en Bolívar y destruye el ecosistema

-Niños, Niñas y Adolescentes sufren las consecuencias de una crisis sin precedentes

-No hay seguridad

-Ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas, torturas, tratos crueles inhumanos y degradantes

-No hay institucionalidad. Los venezolanos se aterran de solo pensar en la denuncia

-Las mujeres sufren y son violentadas constantemente

-La trata de mujeres trans no se visibiliza y no se hace nada por esto

-Personas LGBTI se les vulnera sus derechos

-Pueblos Indígenas cada vez más afectados y abandonados

-Los 59 colombianos detenidos por más de dos años en una prisión provisional de la PNB en La Yaguara están siendo víctimas de tratos crueles inhumanos y degradantes. Sus familiares también son maltratados.

-Gleubis Sánchez, productor audiovisual detenido arbitrariamente desde hace un año en el CICPC de la Av. Urdaneta solo por conocer a Óscar Pérez y que convulsionó por tercera vez en prisión.

La lista es cada vez más larga, y los invisibles, esos por los que nadie ve aumentan las cifras de violaciones de derechos humanos en Venezuela. Los mismos que no tienen acceso a los medios de comunicación, a las organizaciones de la sociedad civil a las instituciones. Los mismos que tienen miedo a denunciar y a decir que no saben qué hacer porque simplemente no tienen los recursos ni las maneras de poder lograrlo, todos forman parte de las personas que claman por una solución urgente porque no quieren morir en el olvido y eso debemos conocerlo como periodistas y como defensores. Hacer algo, conocer sus historias, buscar la manera de visibilizarlos para que no sean revictimizados y tratar de que nosotros tampoco seamos atacados.

Son tiempos de profunda reflexión, pero también de abrir nuestra visión y capacitarnos para lo que viene, poder identificar que una violación de derechos humanos no debe ser cubierta, publicada o visibilizada a la ligera. Esto requiere de un tratamiento especial que solo los defensores de derechos humanos nos pueden orientar y apoyar para poder hacerlo de la mejor manera posible y sirva como registro para las próximas denuncias que se puedan presentar para contribuir a que terminen los horrores. Falta mucho más del efecto Bachelet y debemos estar preparados desde nuestros espacios para lograr que sí pase lo que queremos, que sea posible vivir con y en dignidad.

 

Sigamos que el camino siempre más corto cuando se transita acompañado. 

 

 

Gabriela Buada Blondell

Gabriela Buada Blondell

Mujer, comunicadora y educadora que cree fielmente en la defensa de los más vulnerables, la denuncia, documentación y difusión de violaciones de derechos humanos como principios de todo periodista. Amplía experiencia en trabajo comunitario, social y de activismo de derechos humanos en organizaciones como la Red de Apoyo por la Justicia y la Paz, Acción Solidaria, Sinergía, REDHNNA y Amnistía Internacional. Trabajo que me empujó con fuerza a fundar una ONG llamada Caleidoscopio Humano con la finalidad de ser el puente de las víctimas y las organizaciones de la sociedad civil con los medios de comunicación para así visibilizar de manera adecuada las constantes violaciones de derechos humanos que se dan en Venezuela. Como premisa me identifico por ser una mujer empática que se solidariza con las poblaciones desprotegidas, olvidadas y oprimidas para de alguna manera ser sus voces y dejar en la memoria testimonios reales de lo que continúa ocurriendo porque se borra de la memoria con el paso del tiempo. La defensa de los derechos humanos y el periodismo son actividades que se relacionan entre sí y que se asumen de la misma manera y con la misma intensidad. Todas y todos los periodistas estamos para servir a las sociedades en tiempos donde corren peligro inminente de que se les violenten sus derechos. El periodismo y la defensa de los derechos humanos son la razón de cada una de mis actuaciones en la sociedad. Valor, ética y responsabilidad con enfoque de protección a las víctimas siempre serán mis principios.

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