Este lunes 1ero de Junio se estrena en todas las estaciones de servicio de Venezuela, la nueva temporada de “Regreso al Túnel del Tiempo con Gasolina” una de las películas más sorpresivas, inesperadas pero necesaria en estos tiempos.
Su Director ayer anunció lo que críticos del cine y política llamamos, viaje en el tiempo a la velocidad de la luz. Y es que por fin regresa a todas las estaciones el tan preciado líquido, y no estamos hablando aquí del agua que también es preciada, deseada y necesaria.
Regresa al presente “Gasolina” con nueva fórmula y nuevo precio. Este regreso inolvidable nos hace adentrarnos en el túnel del tiempo donde viajaremos del pasado al presente a la velocidad de la luz. Y tal como ocurre en las películas de ficción, los personajes llegan desconcertados a un mundo que desconocen, donde todo funciona diferente, y donde deben aprender a convivir con esa nueva realidad.
Así pasa en esta nueva película donde su Director durante muchos años intentó crearle a los personajes una vida ficcionada, en un mundo burbuja, donde la población estaba sobreprotegida a conveniencia política, en una larga historia populista que terminó confrontándose con un escenario inesperado.
Sus guionistas en un momento de la historia tomaron dentro de sus argumentos, la idea de desarrollar una política asistencialista, las cuales ciertamente son necesarias para lograr una mejora en las condiciones de vida de la población más vulnerable y de escasos recursos. Pero el riesgo de utilizar éste comodín en las políticas públicas es cuando olvidamos que este portaavión tiene sus límites de uso y de tiempo. Los excesos son malos también en políticas públicas.
En esta historia los protagonistas se acostumbraron a la burbuja y su Director experimentó en el tiempo los placeres que le daba el asistencialismo como estrategia política, obviando que cuando tomamos ese recurso es importante no solo limitarlo en el tiempo, una vez logrado el equilibrio en la mejora de las condiciones de vida de sus personajes, sino a la par es necesario ir preparándolos para el desarrollo de sus capacidades e independencia del Estado.
Junio será el mes del regreso, el viaje en el túnel resulta confuso e inesperado, y sus personajes ahora deberán confrontar una realidad, que pudo haber sido menos abrupta si su Director no se hubiese enamorado de los vicios del asistencialismo.
Hoy toca aprender a desarrollar capacidades, aprender a valorar los esfuerzos propios, aprender a no esperar soluciones, sino salir a buscarlas, entender que el poder para vencer la manipulación política, se logra dando fuerza a nuestra acción productiva e independiente, venciendo la tentación de aceptar dádivas y preparándonos para ser ciudadanos no súbditos eternos de un destino que cambia en nuestras manos.
Mañana 1ro de Junio los venezolanos saldremos a la calle en un nuevo escenario, y dependerá ahora más que nunca de nosotros, entender que nuestro esfuerzo y capacidades nos hace libres y nos aleja de la miseria.