La noción de Derechos Humanos constituye el reconocimiento de que el ser humano, simplemente por serlo, tiene un derecho inherente e inalienable. Se trata de un derecho moral que se deriva del hecho de que el hombre es un ser humano, y que a la vez garantiza la dignidad de cada individuo.
El derecho a la alimentación esta reconocido como derecho en la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948 y como parte del derecho de un nivel de vida adecuado y esta consagrado en el Pacto Internacional de los Derechos Económicos , Sociales y Culturales de 1966.
Esto no es una historia de cronología de de manifestaciones de derechos civiles de una sociedad; esto es la significación de la existencia de una democracia en Estado, cuando la misma no esta sujeta a la calidad de vida como ciudadanos es indivisiblemente impropio y estaríamos asumiendo una violación de derecho humano. Una vez que comprendamos nuestros derechos, nuestra próxima responsabilidad es la de fomentarlos para los otros como para nosotros mismos. Y esa responsabilidad comienza con las personas que nos rodean, porque es en nuestras comunidades donde gozamos de mayor influencia.
El día sábado 29 de Abril del 2018, la REDAC Barinas apoyó, bajo el cronograma de participación realizado por el Padre Yimmi Garcia, en la Iglesia Cristo Rey, en la jornada de alimentación que se realiza a las personas en situación de calle y condición vulnerable. La característica más resaltante de la fecha fue la mayor asistencia de feligreses en busca de alimentos, siendo un total de 200 personas, de las cuales siete (07) niños entre 7 años y 10 años de edad asistieron en busca de una necesidad primordial como es la alimentación sin compañía de sus padres.
Agradezco como coordinadora de la Red de Activistas Ciudadanos en Defensa de los Derechos Humanos- Barinas, por los aportes recibidos de : Finca la Milagrosa sector Caserío La Erika, Milagros Josefina Fonseca Hoyos, Maria Georgina De Paredes Molina,Ytalo Rodriguez, Juan El Matemático, Lic Guadalupe Pilar Molero Gonzalez, estudiantes Doctorantes de la UPEL.
Además de la logística organizada por los Carismáticos de la Iglesia en la elaboración y donación de otros alimentos. Es indiscutible que el vinculo esencial al mantenimiento y organización de esta loable labor se la debemos al Párroco y a la voluntad humanitaria y ciudadana de ser servidores a los más necesitados en busca de lograr una concepción de justicia, igualdad y generosidad por el prójimo.
Para concluir quiero compartir un pensamiento:
“No se puede matar aquello por lo que luchamos, porque seria torturar nuestro propio espíritu”.
Activista de DDHH Selena Parra