Distintas organizaciones venezolanas e internacionales de derechos humanos han expuesto una petición formal a los Estados del Consejo de Derechos Humanos para que en las próximas sesiones del Consejo que se efectuarán durante el mes de septiembre de 2020, se renueve el trascendental mandato de la Misión Internacional Independiente de Determinación de los Hechos sobre la República Bolivariana de Venezuela.
La Misión se estableció en septiembre del año 2019, con el mandato de investigar violaciones de derechos humanos, incluidas ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas, detenciones arbitrarias, tortura y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes cometidos desde 2014, con vistas a asegurar la plena rendición de cuentas de los autores, así como la justicia y reparación de las víctimas de dichas violaciones. Aun cuando a esta Misión no se le permitió el ingreso a Venezuela, igualmente presentará el informe de su gestión ante el Consejo de Derechos Humanos en septiembre de 2020.
Los Estados deberían garantizar que dicha misión cuente con financiación suficiente, además esté habilitada para recopilar y analizar pruebas para futuros procesos de rendición de cuentas que circunscriben mecanismos internacionales de justicia con la finalidad de impedir la impunidad por crímenes y graves violaciones de derechos humanos cometidos en Venezuela.
Organizaciones de la sociedad civil, activistas y defensores de los derechos humanos hacen hincapié en la necesidad de que se siga investigando y denunciando crímenes de derecho internacional y violaciones cometidas en Venezuela ya que consideran que estas prácticas continúan sucediendo.
La Crisis Humanitaria Compleja que vive el país sumada a la contingencia por la pandemia causada por la Covid19 ha agravado la situación venezolana, escenario verificable a través del arduo trabajo de defensores y activistas que han documentado todas dificultades que se presentan actualmente para acceder a servicios de salud, medicinas, agua potable, alimentos básicos, combustible, electricidad, telecomunicaciones y gas doméstico, lo que dificulta la capacidad los venezolanos a protegerse adecuadamente o tener calidad de vida ante la peligrosa realidad causada por la peste de este virus que azota al mundo entero.
