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Más allá de la oscuridad

En Maracaibo, ante las constantes fallas en el servicio eléctrico los habitantes de esta hermosa ciudad se han visto forzados a abandonar sus hogares, sus puestos de trabajo, sus estudios, a separarse de las familias y desestructurarse  socialmente  en todos los niveles (migraciones). Las políticas sociales llevadas a cabo para tratar de solventar la situación, no han hecho más que crear zozobra, angustia y desesperación en la colectividad debido a que no son efectivas, no se cumplen los mal llamados cortes programados y no se respeta el horario establecido para dichos cortes; esto va generando una larga lista de situaciones que van desde estrés, crisis de pánico, ansiedad, alteraciones en la presión sanguínea, subidas o bajadas de glicemia, taquicardias, asma, ahogos y llantos descontrolados por solo mencionar algunas. Las personas de la tercera edad, mujeres embarazadas, niños (recién nacidos especialmente), personas con discapacidad, con enfermedades mentales o que no saben, o no pueden controlar sus impulsos y emociones. Se han registrado casos de personas que murieron en plena operación quirúrgica durante los apagones debido a que en los hospitales no se contaba con plantas eléctricas o no estaban en buen estado.

La situación es infame e insostenible debido a las largas horas continuas que se manejan a diario en los diferentes sectores de la ciudad; lugares donde pasan hasta 30 horas seguidas  sin el servicio y cuando llega solo es por 4 o 5 horas (con fluctuaciones o bajones incluidos).  Se reportan casos de daños en los electrodomésticos (pérdidas totales o parciales de neveras, aires acondicionados, televisores, computadoras, lavadoras, teléfonos, ventiladores, entre otros) y nadie responde por ellos, los gobiernos locales solo aportan versiones muy escuetas pero sin ofrecer garantías de nada en cuanto a solución de problemas. Largas noches en vela y sin dejar de mencionar la temática de fumigación y abatizacion, ya que los zancudos y mosquitos  son los primeros en aparecer tan pronto se va la luz.  El pueblo está durmiendo en la calle, en las avenidas, en las aceras, en los techos de las casas y esto ya raya en lo bizarro porque nadie en el mundo se explica como un país tan rico financieramente, mineralmente, geológicamente y nos estemos yendo por un despeñadero económico y social sin precedentes; que por ser un estado fronterizo se ha facilitado el aumento de las migraciones y las deserciones en los ámbitos educativo, laboral, familiar y social,  generando caos y anarquía.

La lista de los derechos humanos universales está recogida en los treinta artículos que ratificó la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (Resolución 217 A (III) de 10 de diciembre de 1948), en París, tras la Segunda Guerra Mundial, y que dio vida a uno de los documentos más importantes de la historia de la humanidad: la Declaración Universal de los Derechos Humanos. El gran triunfo de esta primera declaración es que se aceptó como universal y, a partir de ella, se han sucedido todo tipo de nuevos acuerdos, como el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP), la Carta Social Europea (CSE) o la Carta Africana sobre Derechos Humanos y de los Pueblos (CAFDH).

El objetivo último de esta declaración de la ONU fue la promoción y la protección de los derechos humanos con un único fin: conseguir libertad, justicia y paz para todos los seres humanos. Todas las personas sabemos que no siempre alcanzamos a completar estos derechos en ninguno de los cinco continentes, siendo Asia, África y América Latina aquellas zonas donde todavía tenemos que seguir esforzándonos por alcanzar o preservar los más esenciales.

“Los 30 derechos humanos por la libertad, la justicia y la paz”

 Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.

  • Todas las personas somos iguales sea cual sea nuestro origen, etnia, color, sexo, idioma, religión, opinión política o cualquier otra condición.
  • Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a su seguridad personal.
  • Nadie estará sometido a esclavitud ni a servidumbre
  • Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes.
  • Todo ser humano tiene derecho, en todas partes, al reconocimiento de su personalidad jurídica: es decir, ser tenido en cuenta por las leyes nacionales e internacionales.
  • Todos somos iguales ante la ley y tenemos, sin distinción, derecho a igual protección de la ley.
  • Todos tenemos igual derecho a protección contra toda discriminación que infrinja esta Declaración y contra toda provocación a tal discriminación.
  • Toda persona tiene derecho a un recurso efectivo ante los tribunales nacionales competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos por la constitución o por la ley.
  • Nadie podrá ser arbitrariamente detenido, preso ni desterrado.
  • Toda persona tiene derecho, en condiciones de plena igualdad, a ser oída públicamente y con justicia por un tribunal independiente e imparcial, para la determinación de sus derechos y obligaciones o para el examen de cualquier acusación contra ella en materia penal.
  • Toda persona acusada de delito tiene derecho a la presunción de su inocencia.
  • Nadie será objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, su familia, su domicilio o su correspondencia, ni de ataques a su honra o a su reputación.
  • Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado.
  • En caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo, y a disfrutar de él, en cualquier país.
  • Toda persona tiene derecho a una nacionalidad.
  • Los hombres y las mujeres, a partir de la edad núbil, tienen derecho, sin restricción alguna por motivos de etnicidad, nacionalidad o religión, a casarse y fundar una familia, y disfrutarán de iguales derechos en cuanto al matrimonio, durante el matrimonio y en caso de disolución del matrimonio.
  • Toda persona tiene derecho a la propiedad, individual y colectivamente.
  • Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión.
  • Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión.
  • Toda persona tiene derecho a la libertad de reunión y de asociación pacíficas.
  • Todo persona tiene el derecho a participar en política directamente o mediante representantes
  • Derecho a seguridad social y cultural indispensables
  • Derecho a la satisfacción de laboral y a la libre elección de este
  • Derecho al descanso y al tiempo libre
  • Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado
  • Toda persona tiene derecho a tomar parte libremente en la vida cultural de la comunidad
  • Toda persona tiene derecho a que se establezca un orden social e internacional en el que los derechos y libertades proclamados en esta Declaración se hagan plenamente efectivos.
  • Toda persona tiene deberes respecto a la comunidad, puesto que sólo en ella puede desarrollar libre y plenamente su personalidad.
  • Nada en esta Declaración podrá interpretarse en el sentido de que confiere derecho alguno al Estado, a un grupo o a una persona, para emprender y desarrollar actividades o realizar actos tendientes a la supresión de cualquiera de los derechos y libertades proclamados.

Cabe destacar que entre estos 30 derechos aquí establecidos podemos resaltar dos que están estrechamente relacionados con la problemática de la falla en el servicio eléctrico en nuestra ciudad, como lo son el derecho #26 que expresa el derecho que todos tenemos a una vida adecuada y el #28 que indica que debe establecerse un orden social internacional que haga efectivo plenamente todos los derechos aquí mencionados.

Es de suma importancia seguir promoviendo y defendiendo nuestros derechos básicos fundamentales para que logremos mantener una sociedad justa y equilibrada en pro del buen vivir, desde la concientización del ser humano a una vida más solidaria, más ética, más equitativa  y ponderada.

Como activista de los derechos humanos no puedo hacerme indiferente e indolente ante las diversas injusticias que se viven a diario en el país (especialmente dentro de mi estado) ya que es el más golpeado por las irregularidades que en materia de electricidad se aprecian. La calidad de vida de nosotros ha decaído sustancialmente a la par de que las actividades laborales, educativas, de salud, de alimentación y de recreación se han visto fuertemente afectadas y comprometidas desde todo punto de vista, incidiendo notablemente en el rendimiento personal de cada quien.

 

*Imágenes cortesía Diario Panorama

Erika Pereira Peña

Erika Pereira Peña

Soy Psicopedagoga y Profesora de educación especial. Estoy certificada como animadora socio-cultural, Promotora de salud y promotora del programa escuelas con las familias. Amo el medio ambiente, los animales y el derecho a una vida libre de violencia.

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