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Los códigos para preservar una vida no pueden ser manejados como campaña publicitaria

El diseño de una política pública de prevención de violencia de género, no debe ser tratado bajo parámetros de campaña comunicacional masiva, o publicitaria,  si el objetivo es preservar  una vida.

Vemos con mucha preocupación como a nivel mundial y Venezuela no escapa de esas recomendaciones, se aspire que iniciativas como: “Mascarilla 19”  se conviertan en códigos de prevención y alertas de ayuda ante mujeres en riesgo o víctimas de violencia de género en Gobiernos donde la respuesta de las autoridades con competencia no es expedita.

Foto: Cortesía / nuevaweb.cofrm.com / cmmedia.es/noticias

Estas iniciativas pueden servir solo de referencia para que grupos de apoyo, ONG defensoras de derechos de la mujer y el círculo de amistades o familia cercanas a la víctima, generen códigos de alerta únicos, propios y específicos, según la realidad y contexto sociocultural de cada mujer.

Una campaña de códigos de prevención y señales de alerta, no debe ser manejada como publicidad masiva, sin embargo vemos países como: España, Chile, Argentina, Costa Rica, Canadá  han asumido desde sus Ministerios e Institutos Nacionales de la Mujer, campañas que se difunden en medios de comunicación, donde se muestra gráficamente y en lugares públicos, como farmacias y supermercados el código acompañado de mensajes como: “Si estas sufriendo maltrato y necesitas ayuda, acude a tú farmacia y pide “MASCARILLA 19”. Las promotoras de la iniciativa manifiestan que la persona debe acudir a la farmacia y pedir la mascarilla, los empleados le dirán que no hay, pero que les llegará; de allí proceden a tomar sus datos, y llamar a los servicios de protección a la víctima, fungiendo en este caso solo como un canal.

Foto: Cortesía / Radio Festival de Chile.

Según se evidencia en la carta que difunde el Gobierno de Canarias sobre los objetivos de la iniciativa extranjera “Mascarilla 19” acogida en varios países, la misma pretende: “Facilitar que las mujeres víctimas de violencia de género en situación de confinamiento puedan alertar de sus circunstancias para obtener ayuda, haciéndoles sentir que no están solas.” “Disuadir a los agresores de sus conductas, haciéndoles saber que la sociedad en su conjunto está vigilante para proteger a las mujeres de toda posible agresión.” “Sensibilizar a la sociedad en su conjunto frente al problema social que supone la violencia de género favoreciendo una actitud activa de rechazo frente a la misma.”

No podemos seguir manejando el tema de la Violencia de Género como una campaña de marketing, si pretendemos poner el foco en la victima. Por otro lado, no podemos cubrir objetivos tan diversos como: facilitar que la víctima pueda alertar y menos aún en confinamiento, disuadir al agresor y sensibilizar a una sociedad, con la misma  propuesta de acción.

Es importante el control social que se desarrolla en la medida en que la violencia contra las mujeres se comprende como un delito, como un asunto publico, en ese sentido la comunicación masiva juega un papel importante para sensibilizar y dar a conocer como actuar cuando se es victima o cuando la misma está solicitando o necesitando ayuda.

Mascarilla 19: las farmacias en primera línea contra la violencia ...                Foto: Cortesía / rtve.es/Noticias

El problema es cuando los códigos son de conocimiento general pues los victimarios o agresores también se enteran y lo conocen. Si analizamos la iniciativa a la luz del comportamiento de la víctima y su victimario, entendemos que el código de seguridad “MASCARILLA 19” se plantea porque la victima esta en presencia del victimario, o este está cerca, razón por la cual se establece un mensaje “clave”. Si esto es así, es utópico pensar que una campaña de prevención masiva donde se revela a conocimiento público el código de seguridad, sería realmente efectiva y preventiva, y no más bien un potencial aumento de riesgo para la víctima en aquellos sistemas de Gobiernos donde la respuesta de acción y movilización de las autoridades no es oportuna sino precaria o deficiente ante este problema.

Si la victima tiene la posibilidad de salir de su residencia sin la vigilancia y control del victimario, lo correcto es que la misma pueda tener a mano números de grupos de apoyo con atención legal, social, psicológica y médica, como por ejemplo en el caso Venezuela: Psicólogos Sin Frontera y CESAP Tlf. (0424) 292.56.02, el número de la Oficina Nacional para la Atención Integral de las Víctimas de Violencia Tlf 212-951.41.67, o el número Nacional VEN211 (836211) donde puede pedir ayuda. También de acuerdo a la realidad de cada víctima y su contexto, será importante establecer códigos de seguridad pero generados de manera personalizada en común acuerdo con familiares de confianza o vecinos que podrán elevar la petición de ayuda ante los Órganos de Protección más cercanos.

Es importante cuando diseñamos una política o campaña de prevención, tener claro donde estamos poniendo el foco de actuación, asumiendo una actitud responsable y entiendo los verdaderos riesgos a los que exponemos a una mujer víctima de violencia cuando pretendemos cubrir objetivos tan diversos y hacer marketing de un problema tan serio y delicado.

Karina Oval

Karina Oval

Soy politóloga, desde mis inicios como estudiante trabaje en proyectos y políticas sociales, organizando diversas actividades a nivel local y nacional. Fui representante en Venezuela por más de 8 años de la Red Internacional de Ecoclubes promoviendo la formación de adolescentes y jóvenes con una visión de "Ciudadanía Ecológica" bajo el enfoque de la OPS/OMS. En esa misma línea también colaboramos a nivel internacional con la iniciativa de movilización social "ACUERDO CIUDADANO CON LA TIERRA", posteriormente trabaje como asesora de proyectos sociales para varias ONGs, y actualmente dirijo SER CONSULTORÍA una organización que impulsa, promueve, asesora y organiza actividades y proyectos de políticas sociales.

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