Soñar con un país lleno de paz, lleno de gente unida por luchar por su país, donde la democracia sea la luz que ilumina el sendero, donde las calles no se llenen más de sangre, parece ser algo muy lejano; ya basta de tanta delincuencia, de tanta represión, de medios de comunicación que bajo el lema “Información justa y balanceada” se mantienen en silencio por miedo a ser clausurados por este gobierno represor.
Venezuela necesita un nuevo amanecer y por esto hay que luchar, no es una posibilidad sino una obligación, no permitamos que este país se siga sumergiendo en la oscuridad de la delincuencia, la escasez, el desempleo, la violencia, la intolerancia, la división; La injusticia, la mentira, la ambición y la maldad son las cosas que en nuestro país parecen reinar.
Yo no me quiero ir de Venezuela en busca de un futuro mejor, quiero quedarme y ser un ciudadano que lucha día a día, no por cambiar lo que hay sino por perfeccionarlo, quiero luchar por mi gente, por esta tierra que me vio nacer, aquí está mi niñez, mi vida, mi historia, mis primeros pasos, soy venezolano, este es mi país. “Más que mi patria, mi raíz” aquí aprendí a crear ideas, y hoy con lágrimas en los ojos sufro por Venezuela y sus venezolanos.
Hoy estamos viviendo una situación bastante lamentable, los jóvenes somos tildados de criminales por salir e intentar hacer valer nuestros derechos, pancartas con el mensaje “No me mates, no me dispares, soy estudiante” realmente marcan la diferencia, conjuntamente con el mensaje “Mamá voy a luchar por Venezuela, si no regreso me fui con ella” esto demuestra que los jóvenes seguimos con la viva esperanza de lograr un mejor país.
Nos encontramos frente a un escenario donde pareciera que los generadores de violencia somos los jóvenes, los estudiantes. Y así lo hacen saber a cada momento los representantes del Estado, sentenciando, descalificando y poniendo tras las rejas algunos ciudadanos sin siquiera investigar o intentar profundizar sobre los hechos de violencia generados en estos días, hechos que no tolero, y que no quiero que ocurran en mi país.
A los jueces, a los administradores de justicia, les invito a pensar en las distintas hipótesis para poder aplicar la justicia, si es que realmente lo saben hacer y no se dejan llevar por las “ORDENES SUPERIORES”
El señor Nicolás Maduro, ante estas manifestaciones y protestas pacificas activó un plan llamado “Plan Zamora” me pregunto, ¿Por qué lo hizo? ¿Acaso tiene miedo de perder el poder? eso se llama dictadura. En sus discursos denota odio, y con cada palabra criminaliza a los venezolanos solo por ejercer sus derechos.
Por otra parte “el canal del estado” se cansa de repetir una y otra vez imágenes de violencia, generada, supuestamente por la ciudadanía No podemos olvidar que en el 2014 el director de Conatel le prohibió a los medios de comunicación transmitir este tipo de imágenes para no “crear tensión en la ciudadanía”. A eso se le llama censura, violación al derecho de recibir información.
Podemos corroborar el interés que existe en que Venezuela deje de pertenecer a la OEA y por ende al sistema interamericano de derechos humanos. Para que cuando ocurran las violaciones de derechos humanos que ocurren constantemente en Venezuela los ciudadanos nos encontráramos desprotegidos por parte de organismos internacionales y así nadie le coloque freno alguno al Estado venezolano.
Decimos no a la violencia, no es nada fácil la tarea en un país dividido pero somos hijos de Venezuela, hijos de la libertad.
Quien les escribe, un ciudadano venezolano, hijo de esta tierra, amante de la democracia y de la verdadera libertad, cansado de tanta violencia, de tantos falsos hijos de Venezuela que contribuyen a teñir el país con sangre.
Francisco Herrera – Estudiante de Odontología