Carlos Guerra. Fundador y actual coordinador internacional de la Redac.
En 2013, cuando en el movimiento universitario se vislumbraba un nuevo resurgimiento de la movilización estudiantil a favor de las luchas sociales, germinaba el interés de Carlos Guerra por los derechos humanos, de allí que se unió a ese movimiento. En ese entonces era estudiante de Derecho en la Universidad José Antonio Páez del estado Carabobo y cuando se desató la ola de protestas de 2014, que tuvo su origen en el movimiento estudiantil, era común ver a este joven documentando y registrando por motivación propia lo que ocurría en las calles.
Su vocación hacia los DDHH lo vinculó al Centro de Acción y Defensa por los Derechos Humanos (Cadef), iniciativa de jóvenes que busca fomentar espacios e impulsar las ideas de nuevas generaciones de activistas y defensores de derechos humanos en el país. Cada día se afianzaba su compromiso, al punto que trascendió la frontera del activismo para convertirse en un defensor desde que su vida como profesional dio sus primeros pasos.
Como muchos, Carlos Guerra tuvo su primer acercamiento a Cepaz a través de los talleres de DDHH y a partir de allí mantuvo el vínculo. En 2015, ante un panorama de desesperanza que se respiraba en el país en la ONG surgió la motivación por unir a los venezolanos preocupados por lo que ocurría y con deseos de contribuir en algo, aunque sin saber exactamente cómo hacerlo. Allí estuvo este joven desde el primer día para dar forma a la idea: “Para crear la Red de Activistas Ciudadanos por los DDHH recorrimos 14 estados formando y capacitando a la gente, hablándole de derechos humanos, de documentación, de posibilidades para hacer incidencia; queríamos motivar a la gente, impulsarlos a hacer algo y que no perdieran la esperanza. El proyecto cada vez fue tomando más forma y fuerza, y poco a poco se sumaron activistas de todos los estados hasta que le dimos a la red enfoque de empoderamiento ciudadano. Poco a poco vimos cómo ese trabajo en red era fructífero. Luego, el gran reto fue que ese universo de activistas y organizaciones encontrara a sus pares; es decir, a quienes tenían motivación de trabajar en una misma área de derechos humanos para articular el trabajo de manera que cobrara más fuerza y se lograra incidencia”.
Guerra comenzó como coordinador de la Redac en Carabobo, luego pasó a ser el coordinador nacional, ahora –desde Chile– articula las acciones de la red en el exterior. “Frente a un contexto adverso, durante el último año se dio un plus internacional no por proponérnoslo, sino porque nuestro activismo se regó por el mundo, porque los venezolanos tuvieron que salir del país por una u otra circunstancia, y hoy en Ecuador, Italia, Estados Unidos, Costa Rica, Chile, Argentina, Brasil, y un largo etcétera, existe la voz de activistas venezolanos por los derechos humanos cuya esencia y aprendizaje es de Redac”.
“Trabajar por la defensa y protección de los derechos humanos es para mí una pasión y la Redac también lo es porque estoy allí desde el día 1, ella es parte de mí y yo de ella. En estos nuevos tiempos para nosotros es muy importante asumir el reto que la misma red nos plantea con acciones solidarias en favor de los venezolanos en el mundo”.