Por: Hermanlyg Rios
En los últimos cinco años, la educación se encuentra ante un gran viraje en las técnicas de enseñanza frente a la Inteligencia Artificial (IA) con herramientas como Thinkster, Knewton, Chat GPT o DreamBox Learning. Para algunas personas, la aparición de la inteligencia artificial resulta alucinante por el solo hecho de imaginarse escenarios de ciencia ficción con robots incluidos, otros confían en la capacidad de la inteligencia artificial para lograr mejoras en la educación y para muchas personas, es inquietante la posibilidad de ser desplazados en sus puestos de trabajo ante la falta de evidencia científica sobre el impacto de las nuevas tecnologías.
Antes de abordar el tema, es menester delimitar que, según la Real Academia Española (2014), la Inteligencia Artificial (IA) es una “disciplina científica que se ocupa de crear programas informáticos que ejecutan operaciones comparables a las que realiza la mente humana, como el aprendizaje o el razonamiento lógico”. En el año 2022, la Real Academia Española eligió “inteligencia artificial” como la palabra del año, entre tantos motivos, por las reacciones de las personas, por su importancia y por todo lo que abarca este término tecnológico.
La Inteligencia Artificial como parte principal de una nueva generación de plataformas genera una serie de interrogantes que desencadenan intensos debates en cuanto a sus beneficios y riesgos en el ámbito educativo. Por ejemplo, aunque en nuestra cotidianidad utilizamos Google Maps, herramienta de navegación que se actualiza con inteligencia artificial para mejorar su búsqueda, en el ámbito educativo el uso de la IA es un tema poco conocido y a veces plagado de desinformación.
Como lo expresa Coddou (2023), “no tenemos mucha evidencia sobre el impacto que tienen las nuevas tecnologías en el derecho de la educación, sobre todo después de la pandemia y los números terribles que nos dejó”.
En el caso de Latinoamérica, la pandemia logró exacerbar las brechas educativas ya existentes y por supuesto, Venezuela no escapa de tan terrible situación. Aunado a la brecha digital y social, al ser la Inteligencia Artificial una nueva tecnología, una gran mayoría de la población venezolana no tiene acceso a ella, a causa de fallas de servicios públicos como la electricidad, la falta de internet y las condiciones socioeconómicas de estudiantes y docentes.
De acuerdo a una entrevista realizada al director de la Escuela de Educación de la UCAB, Carlos Calatrava afirma que en el país no está tan extendido el tema de la Inteligencia Artificial «porque en este momento se pide ser vinculado con un teléfono celular y los números venezolanos no están autorizados para poder suscribirte. Todas esas aplicaciones están bloqueadas en Venezuela». (Banca y Negocios, 2023)
Sin embargo, en Venezuela se están dando algunos pequeños pasos para introducir el uso de la Inteligencia Artificial en las universidades venezolanas, como es el caso de la Universidad Católica Andrés Bello, la cual según Castillo (2023), se convirtió “en la primera institución de educación superior de Venezuela en establecer una política para incorporar la inteligencia artificial en los distintos ámbitos del quehacer universitario”.
Es así como, en fecha 19 de junio de 2023, esta casa de estudio publicó el “Decreto Rectoral sobre las políticas generales relacionadas con el uso de la inteligencia artificial (IA) en las funciones universitarias”. Dicho instrumento es en la actualidad el único documento emanado por una institución de educación superior en Venezuela en materia de inteligencia artificial, el cual servirá como guía a la universidad para el uso efectivo, ético y al servicio de la humanidad de esta nueva tecnología, tanto en las actividades universitarias como académicas, las cuales van desde la investigación hasta actividades de extensión, guardando una estrecha relación con la internacionalización de esta institución.
Con este instrumento, la UCAB busca mejorar el proceso de aprendizaje y fomentar una enseñanza adaptada a las necesidades de cada persona teniendo en cuenta la misión de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) que “constituye un llamamiento intrínseco a adoptar un enfoque en materia de IA centrado en el ser humano, que tenga como objetivo reorientar el debate para incluir la función de la IA en la lucha contra las desigualdades actuales en materia de acceso al saber, a la investigación y a la diversidad de las expresiones culturales, y para que la IA no acentúe las diferencias tecnológicas entre los países y dentro de estos”. (UNESCO, 2021)
Cabe destacar que la Inteligencia Artificial en la educación resulta como herramienta tecnológica, lo que acarrea una posibilidad de implementar innovadores modelos educativos, ventajas de mejora en distintas áreas educativas y de investigación, la oportunidad de vencer las barreras de acceso al conocimiento, la desigualdad y la discriminación para lograr el desarrollo integral de las personas. Sin embargo, es crucial destacar la importancia de que ella se encuentre controlada por el ser humano y que nunca sean reemplazados los docentes.
De acuerdo a la UNESCO (2020), para “garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos”, es por ello que la Inteligencia Artificial en educación debe ser usada como una herramienta de ayuda en labores educativas, sin descuidar las emociones humanas para alcanzar el objetivo de Desarrollo Sostenible de educación mundial (ODS 4).
Entendiendo que la Inteligencia Artificial es una tecnología capaz de rivalizar con las capacidades de la mente humana, se hace imprescindible trabajar cohesionados para instituir contextos educativos más inclusivos, justos, resilientes, verificables y equitativos, los cuales deben ser utilizados para mejorar la vida de las personas con énfasis en la protección de los derechos humanos y por el bien común mundial.
Referencias Bibliográficas
- Coddou, A. (2023). Nuevas tecnologías y derecho a la educación: El caso de la IA [Ponencia]. Curso “Educación y Derecho Internacional de los Derechos Humanos”, Universidad Austral de Chile, Valdivia, Chile.
- Banca y Negocios. (2023). “No asustarnos, sino conocerla”: La Inteligencia Artificial en la educación universitaria en Venezuela. Recuperado de: https://www.bancaynegocios.com/no-asustarnos-sino-conocerla-la-inteligencia-artificial-en-la-educacion-universitaria-en-venezuela/
- Castillo, E. (2023). La UCAB anunció lineamientos para incorporar la inteligencia artificial en todos sus procesos. El Ucabista. Recuperado de: https://elucabista.com/2023/06/20/la-ucab-anuncio-lineamientos-para-incorporar-la-inteligencia-artificial-en-todos-sus-procesos/
- Crespo, I. (2022). Inteligencia artificial es la palabra de 2022 según la RAE. Diario La Razón. Recuperado de: https://www.larazon.es/ciencia/20221229/7dfcvq46nnhp5nulohx2hvcubq.html#:~:text=La%20RAE%20define%20%E2%80%9Cinteligencia%20artificial,aprendizaje%20o%20el%20razonamiento%20l%C3%B3gico%E2%80%9D.
- Global Education Monitoring Report. (2020). ODS 4: Educación. Recuperado de: https://es.unesco.org/gem-report/node/1346#:~:text=Este%20objetivo%20consiste%20en%20’garantizar,y%20tres%20medios%20de%20ejecuci%C3%B3n
- Real Academia Española. (2014). Diccionario de la lengua española. 23° edición. Recuperado de: https://dle.rae.es/inteligencia#2DxmhCT
- (2021). La Inteligencia Artificial en la Educación. Recuperado de: https://es.unesco.org/themes/tic-educacion/inteligencia-artificial
- Universidad Católica Andrés Bello. (2023). Decreto Rectoral sobre las políticas generales relacionadas con el uso de inteligencia artificial en las funciones universitarias. Decreto número 2.91. Recuperado de: https://www.ucab.edu.ve/wp-content/uploads/2023/06/2.91.pdf
