Karla Ávila, activista.
Karla Ávila admite que las protestas del año 2014 agarraron “fuera de base” a todos en el estado Bolívar: periodistas, activistas (en su mayoría activistas políticos), a la sociedad civil, a las familias. “Fue una cosa inédita, no había pasado en el estado Bolívar y eso generó interés por hacer algo”, dice la periodista.
2015 se concreta el trabajo de la ONG Orgullo Guayana. Ellos defienden los derechos de la comunidad sexodiversa. “A través de ellos conozco a Cepaz, quienes empezaron a traer capacitación al estado Bolívar. Comenzaron a tejerse redes de derechos humanos y nos brindaron herramientas importantes para hacer cosas y hacerlas bien”.
Eso la impulsó a cursar un Diplomado de Cultura de Paz, un taller sobre Sistemas Internacionales con la red de derechos humanos de la Universidad Católica Andrés Bello. “En ese ánimo de sumar voluntades y acción organizada, comenzó mi pasión por los derechos humanos. Como periodista siempre de la mano con la idea de visibilizar las injusticias, con dar a conocer la verdad desde varios puntos de vista”.
Karla Ávila forma parte de la Red Naranja y a través de conversatorios con estudiantes de Derecho tuvo la idea de crear su propia fundación, aunque todavía no está legalmente constituida. “He hecho algunas actividades educativas en pro de los derechos humanos, valores y hasta ahora me va bien. Con las uñas, pero voy”, se anima.
“Trabajo en Puerto Ordaz. Hago periodismo independiente, me expreso a través de mi blog y hago muchísimo activismo a través de las redes sociales. Lo que me interesa es llegar a los estudiantes a través de las charlas sobre derechos humanos”, explica.
Su trabajo con Redac empezó en 2015 abordando temas de derechos humanos sobre violencia de género y en el área educativa. “Me gustaría a futuro contar con un abogado y un psicólogo para apoyar a las víctimas, pero por ahora no los tengo. Por eso me encargo de la parte educativa y visibilizar campañas”. A la par ha estado activa con Amnistía Internacional en la Red de Mujeres.