#CiudadaniaActiva
La sociedad siempre ha estado expuesta a cambios y transformaciones, en el caso de la difusión del respeto hacia los derechos humanos es impostergable que la educación ética, moral y valores humanos sea un bastión, una estrategia significativa para la formación de ciudadanos íntegros.
En este sentido, es un compromiso compartido con toda la sociedad civil, maestros, niños, jóvenes, familias universidades, pedagógicos, docentes empresas, gremios, sindicatos, órganos de seguridad y justicia, entre otros.
¿Cómo logramos atender este gran desafío?
1. En principio teniendo armonía de pensamiento, palabra, acción; y a través de la unidad anteponer el interés nacional del país por encima de los particulares.
2. Formar un equipo de voluntariado nacional e internacional para abordar la estrategia de educación ética, moral y valores humanos que ha tenido éxito desde el pensamiento socrático y pitagórico ,entre otros, donde se dialogaba con argumentaciones basadas en la verdad, auto indagación y el autoconocimiento.
3. Al respecto quienes tienen liderazgo institucional, deben promover un acercamiento para llegar a un acuerdo nacional a muy corto plazo, para que los derechos humanos sean enfocados desde esta visión ética y encontrar soluciones a los problemas con argumentos para superar las dudas.
Es una necesidad impostergable y compartida, recuperar el respeto a los derechos humanos acompañados de esta visión ética, ya que el país se nos va de las manos. Venezuela esta tempestuosa y agitada, como se recoge en este extracto: “Los datos de la encuesta 2019-2020 indican que Venezuela ha adquirido condiciones más propias de países de Centroamérica, el Caribe y África en materia de pobreza y desnutrición”. (ENCOVI-UCAB). No podemos permanecer inmutables frente al drama de venezolanos que mueren huyendo de este país que no les garantiza la existencia, otros muriendo por falta de medicamento. Es comparable con la erosión de la vida que deja un holocausto.
En medio de este panorama nada alentador, confiamos en la capacidad de nuestros hermanos venezolanos expuestos a tales adversidades, de afrontar de modo efectivo dichos eventos y salir fortalecidos, transformados en una ciudadanía con una ética y moral en alto, honesta, trabajadora. Con alegría por el logro de una forma de vida con bienestar; en términos técnicos esta capacidad se denomina resiliencia: reponerse de la desesperanza, de la tristeza, el abatimiento. Recobrar la esperanza y las virtudes, la necesidad de vivir y enfrentar los desafíos de la vida con una conducta ética, con practica de la moral y las buenas costumbres, que es lo que hace grande al hombre ante Dios y el universo.
Para la reflexión
En la actualidad pareciera que la gente no está dispuesta a ser conducida y además, los líderes no han demostrado capacidad para conducir. El progreso es el resultado de la confianza y fe entre guías y guiados. La crisis que vivimos se debe, entre otros factores, a la irresponsabilidad de los líderes, tanto como de la incongruencia de los gobernantes como por el facilismo de la población.
El éxito para superar la crisis es recuperar la fe y la confianza en la vida. es saber enfrentar las tristezas, sufrimientos, tribulaciones, pruebas y dificultades con sensatez, descartar lo que es falso y seguir lo que es verdadero para superar las pruebas y trasformar lo malo en virtud.
En definitiva los venezolanos deben lograr recuperar la fe en sí mismos, sin fe en sí mismo no podrán inspirar confianza en otros. En esta visión se orienta desde la ética, moral y valores humanos la fe y confianza en nuestro accionar, ya que es fundamental para transformarse a sí mismos e inspirar a otros a cambiar. Y así, convertirse en ciudadanos íntegros con una conducta ética que practican la moral y los valores humanos para asegurar la sana convivencia, el progreso y espíritu de nación.
