La pandemia no ha detenido el trabajo de los educadores y defensores de derechos humanos. Al contrario, las necesidades que se han generado a partir de su irrupción a fines del 2019 se han multiplicado.
Me encuentro viviendo en Montevideo desde inicios del 2020. Desde esta ciudad sigo participando a distancia en varias actividades relacionadas con nuestra área, generadas por instituciones venezolanas.
En Venezuela continúo como investigador asociado del Centro de Derechos Humanos de la UCAB, respaldando proyectos puntuales. De manera especial resalto mis actividades de coordinación de la alianza para la educación en derechos humanos, iniciativa que cuenta con más de 50 personas e instituciones en el país. Allí seguimos generando espacios tendentes a articular esfuerzos que permitan compartir conocimientos y experiencias en el área. En los tiempos recientes, con especial énfasis en la organización de cine foros con temáticas sobre derechos humanos, con la dirección de Ricardo Lorenzo y la colaboración de Hermanlyg Ríos y Karla Ávila. Igualmente hemos organizado webinars y estamos procurando iniciar el área de investigación. También contamos con espacios en redes sociales
Desde el CDH UCAB se han continuado las actividades educativas con nuevo formato a distancia, como la experiencia con el sistema interamericano de protección de derechos humanos, que contó con una alta participación.
Así mismo la tecnología nos ha permitido contribuir con conferencias, como la reciente experiencia con CEPAZ y AULA ABIERTA.
En Uruguay hemos colaborado en la generación de un proyecto a ser ejecutado por las universidades jesuitas a nivel de América Latina, mediante AUSJAL, sobre acceso a la justicia en vía administrativa, en la temática migratoria. Este proyecto está en la búsqueda de recursos en la actualidad. Esta es una nueva línea en materia de investigación que se está promoviendo a través de la red regional, en el entendido que es indispensable abordar tópicos de actualidad y con el mayor sentido de incidencia.
Igualmente nuestra presencia en redes sociales se mantiene, para visibilizar y potenciar iniciativas y proyectos en el área.
La pandemia nos ha exigido ser creativos para continuar con nuestras actividades a distancia. Es tiempo de generar y desarrollar redes y redes de redes que permitan contribuir a la vigencia efectiva de los derechos humanos. Ese es nuestro desafío, al que le seguimos dedicando nuestros esfuerzos como parte central de nuestro proyecto de vida.