En el informe publicado por la Alianza Nacional Todos por la Educación titulado “El viacrucis del maestro venezolano” se evidenció las vulneraciones sobre el derecho a la educación, derechos civiles, políticos, económicos y sociales de la comunidad educativa en Venezuela, poniendo en la palestra pública las realidades que se viven en el entorno educativo, visibilizando la complejidad actual sobre lo que significa ejercer la profesión docente, trabajador y estudiante en Venezuela.
Dicho informe se realizó mediante una investigación de campo, la cual se recabó a través de recorridos internos en los espacios educativos en más de 8 estados de Venezuela. El documento mostró el resultado sobre los problemas de fondo y forma en relación a las condiciones infraestructurales, donde más del 68% de los entrevistados advirtieron que existen necesidades en materia de infraestructura, las cuales son fundamentales para poder dar y recibir una educación de calidad.
De igual forma, se debe comprender que la vulneración a la educación va más allá de hablar de condiciones infraestructurales, ya que es un pilar fundamental de la construcción del ser y del desarrollo de una sociedad democrática y de equidad, donde actualmente se evidencia la influencia partidista y doctrinaria dentro del programa educativo.
La educación venezolana se encuentra en crisis y el problema se ha profundizado por la pandemia del Covid-19, llegando a ocurrir un 50% de deserción escolar antes y durante la pandemia y el 17% de docentes renunciaron en busca de nuevas oportunidades para su subsistencia dentro o fuera del país.
Entre las recomendaciones que se llevaron a la reflexión desde el informe, especialmente dirigido a la sociedad civil venezolana, se encuentra la premisa sobre la necesidad de la defensa de la educación por los venezolanos que aspiran una sociedad libre y democrática. Con ello, se quiere enfatizar que es trabajo de todos consolidar y construir las bases para una sociedad crítica, reflexiva, desarrollada y que entienda la importancia de rescatar y respetar la libertad desde todas sus vertientes.
La sociedad venezolana debe concientizarse y sensibilizarse para entender que es esencial que se resalte la importancia de forjar el pensamiento crítico de los ciudadanos, el respeto hacia las distintas perspectivas y opiniones, el desarrollo de la investigación y el debate para consolidar una cultura democrática en los niños, niñas, adolescentes, jóvenes y adultos que apuesten por su formación y educación de calidad.
Valorar la educación en Venezuela dadas las condiciones actuales amerita un proceso interno que debe iniciar desde la asignación de salarios competitivos a nuestros docentes, que reflejen verdaderamente el protagonismo de su profesión, el respeto y la indemnización por tantos años de entrega sin recompensa material, donde, además de eso se les ha coaccionado la forma de impartir clases, se les ha perseguido por enseñar a pensar y se les ha impuesto un modo de vida totalmente indigno. El ejercicio de la docencia desde todos sus niveles tiene que replantearse desde la calidad, la actualización del contenido programático y la inversión en los procesos tecnológicos.
Por su parte, es importante que la meritocracia y los estudios de niveles entre los educadores se reconozcan y se tomen como incentivo para nuevos beneficios y para abrir campos de investigación sobre los distintos modos de aprendizaje con la incorporación de las herramientas actuales, en los cuales ellos sean los responsables del desarrollo y resultados de los mismos. Los docentes son quienes tienen la formación, vocación y posibilidad de dirigir los cambios y mejoras que se realicen al contenido programático, eliminando el componente ideologizador y reforzando las dinámicas de competencia académica.
Como anteriormente se mencionaba, es indispensable que se discutan nuevos pensum que permita promover el desarrollo de personas independientes, autónomos, con pensamiento crítico, emprendedores y con valores ciudadanos. A su vez, incluyendo las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) como pilar fundamental en la evolución de la educación, ya que esto también permitirá nuevas enseñanzas en los estudiantes, sobretodo en el uso de las TIC como herramienta, con límites y prácticas seguras para todos.
Igualmente, se reconoce que la inversión en educación por parte de la iniciativa privada demanda una seguridad jurídica que es inexistente en el país. Por eso, desde la Alianza Nacional Todos por la Educación se exhorta a todos los sectores de la sociedad civil a exigir las garantías necesarias para que las instituciones educativas privadas puedan responder con eficiencia a la demanda de una educación efectiva, innovadora, tecnológica y asimismo, el Estado no puede seguir desligándose de las consecuencias de unas políticas fallidas, un ahogo presupuestario y de un sistema educativo obsoleto.
En este sentido, dentro de este proceso de reestructuración también es esencial que la valorización de la profesión docente sea desarrollada desde lo externo. Todos los sectores sociales deben tener en cuenta el rol fundamental que cumplen los docentes en todos los niveles de aprendizaje para el desarrollo político, económico y social que se requiere en el país. El respeto hacia los maestros debe iniciar en el resultado del tiempo que ellos invierten en la enseñanza moral e intelectual que puedan brindar.
Igualmente, resulta fundamental que todo aquel que haga vida en el ámbito educativo se empodere y defienda sus derechos, especialmente que exista la unión y el fortalecimiento de la participación de padres, madres y representantes en diferentes espacios. Para ello, es necesario capacitar y formar a las personas para que conozcan que debe ser defendido en materia educativa. Es importante realizar reuniones de articulación con el sector educativo para determinar los ejes de acción y de esta manera, los docentes corroboren el respaldo de la sociedad venezolana mediante diferentes estrategias que se promuevan por todos.
La educación venezolana necesita pasar por una transformación y actualización sobre la realidad global para la formación exitosa de las futuras generaciones, quienes son los que realizarán el cambio en el país mediante nuevas prácticas y la ruptura de patrones antiguos, trayendo consigo el resurgimiento de la educación venezolana.