Vía: Hermanlyg Rios López
El abrazo ha sido considerado el primer remedio que por instinto se registró en el mundo. Se ha comprobado que todas las personas necesitan contacto físico para sentirse bien y que una de las maneras más importantes de contacto físico es el abrazo.
Según Lía Barbery, creadora de la Abrazoterapia, «rodear con los brazos a una persona es una de las formas más auténticas de comunicación no verbal y expresión emocional y, además, ayuda a mejorar y sanar nuestras relaciones».
La abrazoterapia, de la misma manera que la risa y la música, es una herramienta que la sabiduría de la naturaleza proporciona, es algo así, como una técnica que ayuda a equilibrar la parte emocional y la parte física del cuerpo, y lo logra con algo tan sencillo, como un abrazo.
Muchas veces no se encuentran las palabras idóneas para mostrar lo que se siente, y el abrazo es un excelente modo de hacerlo.
«Ojalá el caso de Abdou abra un abrazo definitivo al cumplimiento y respeto de los derechos humanos en las fronteras. Ojalá los Estados sean conscientes de que, sea en las circunstancias que sean, hay que cumplir las mínimas garantías que exige el derecho internacional y que las fronteras no pueden seguir siendo espacios al margen de la ley donde se actúa impunemente contra los seres humanos» – Estrella Galán, directora general de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR).
«El abrazo de respeto a los derechos humanos»
Ésta historia representa una lección de humanidad, que se fijará para siempre en la memoria por simbolizar un abrazo sin fronteras y los mejores valores de nuestra sociedad.
En 2021, en la costa de Ceuta llegaban miles de inmigrantes, la joven Luna Reyes, de 20 años, voluntaria de la Cruz Roja, ayudaba a Abdou a mantenerse de pie, un joven senegalés, lo sujetaba por la cintura, le sirvió de apoyo para que pudiera sentarse sobre una roca, lo veía tan aturdido que sujetó su cabeza mientras le daba a tomar de una botella de agua que guardaba en el bolsillo del chaleco rojo que la identificaba como rescatista de la Cruz Roja.
Mientras Abdou lloraba desconsoladamente, Luna sin racismo ni xenofobia le permitió recostar la cabeza en su hombro, le ofreció asistencia y se dieron un abrazo. Éste abrazo que fue fotografiado y que se hizo viral por las redes sociales, fue de ayuda para sobrellevar un momento difícil, le sirvió de consuelo para aliviar el sufrimiento y le hizo sentir protegido.
En la actualidad numerosos estudios han demostrado que abrazar a las personas que importan produce efectos muy valiosos en el cerebro en su búsqueda de lograr cierta estabilidad emocional y luchar contra estados de estrés, ansiedad, fobias y otros más.
Es por ello que un abrazo diario sube la autoestima, fortalece el sistema inmunológico, alivia el estrés, calma la ansiedad y la depresión. Lo mejor es que es extremadamente efectivo para curar enfermedades, promover la sensación de tranquilidad y no tiene costo alguno, es decir, el abrazo es gratis.
Además, es necesario destacar que el presidente de Cruz Roja Española, Javier Senent, expresó en una entrevista con Europa Press, «a veces no hay que dar una manta sino un abrazo, al igual que hizo la voluntaria Luna».
El abrazo es un modo de expresar solidaridad y es que su significado evidencia un acto recíproco de dar y recibir afecto hacia la otra persona, un potente medio de comunicación que no necesita ser hablado ni expresado a través de las palabras.
Con el abrazo se transmiten mensajes de empatía, afecto, amor, tolerancia y fraternidad, pero también de solidaridad, perdón, entendimiento y comprensión.