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El niño, niña y adolescente en situación de calle en Venezuela

Por: Yadira Mora

Desde mi experiencia en la atención de niños, niñas y adolescentes en situación de calle puedo decir que en Venezuela, los programas de atención integral existen con poco personal y escasas infraestructuras. No tienen capacidad de respuesta. Sobre todo en el caso de niñas y adolescentes femeninas. Lo digo con toda responsabilidad. No nos engañemos. A raíz de la pandemia y la crisis económica la situación se hizo más compleja. Ahora bien, ante tan cruda realidad una buena parte de la sociedad se ha pronunciado al respecto. Los estudiosos en la materia en sus investigaciones han sido claros en recalcar que todos como sociedad estamos en el deber de garantizar una vida sana, cuidados y protección a nuestros niños, niñas y adolescentes.

Ante tal panorama, la situación a resolver requiere una profunda revisión de la familia, los valores, la crianza y pare de contar. Es un tema complejo y en lo que a mi respecta, la educación y la prevención son determinantes para avanzar en esta materia.

El niño, niña y adolescente en situación de calle, unas veces viene de un hogar donde ha sido maltratado, abusado y toma la calle, huyendo de un infierno terrenal. Otras veces el niño, niña y adolescente es tirado a la calle por las personas responsables de cuidarlos, protegerlos y amarlos. Aquí quiero aclarar algo importante y es que no todo niño, niña y adolescente en situación de calle consume sustancias psicotrópicas y si lo hace, forma parte de su forma de soportar su dolor y vacíos internos. Lo que si es cierto, es que en la calle, el niño, niña y adolescente termina por consumir sustancias psicotrópicas.

Atendí niños varones en situación de calle porque no los querían en casa o un familiar cercano abusaba sexualmente de ellos. Niñas que huían del padrastro que las violaba o intentaba violar. Adolescentes masculinos sin mamá y papá presentes en su vida, criados por una abuela, un tío y los trataban mal y les daban golpizas. Adolescentes femeninas que desde niñas estan en las calles y solo querían estudiar, tener un hogar, una cama donde dormir. Muchas de ellas, cuidadas por los niños y adolescentes varones compañeros de la calle. Se protegen unos a otros. Recuérdese que ellos forman grupos y pernoctan en determinados lugares de la ciudad. Esto ocurre en nuestro país y en el mundo entero.

Nosotros como sociedad responsable tenemos una larga tarea frente a esta realidad social. La Ley Orgánica de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes y su Consejo de Protección funcionan gracias al valioso recurso humano que labora a nivel nacional, es admirable. La labor no termina allí y es ahí donde esta el meollo del asunto. A la hora de tomar un caso de un niño, niña y adolescente, lo primero que queremos es buscar a su familia, si la tiene o sino un sitio donde el Estado Venezolano le garantice atención integral. A mi equipo de trabajo nos pasó un sin fin de veces. Escasamente se logra conseguir un familiar directo que se haga cargo y se le pueda dar seguimiento al caso.

En cuanto a encontrar una institución para que lo albergue, le enseñé un oficio, le den atención en todos los sentidos, existen muy pocas instituciones para la gran cantidad de niños, niñas y adolescentes en situación de calle. Al final nos encontramos a un niño, niña y adolescente sin apoyo familiar, sin apoyo de la sociedad, sin políticas públicas e instituciones que cumplan con el deber sagrado de garantizarle sus derechos. La mayoría vuelve a la calle, viven en grupos y continúan la vida o mejor dicho continúan sobrellevando el peso de sus traumas, carencias y usando alguna droga ilícita para olvidar a ratos su realidad.

¿Qué hacemos?

He leído y oído a especialistas, emitir opiniones, publicar sus libros, dar forochat y digo con toda honestidad que es muy bonito la palabra, el escrito y todo eso. Respeto a todos y reconozco sus aportes. La verdad es que la práctrica requiere el accionar.

Desde mi punto de vista, es asunto de acciones a tomar. Aquí lo que queda es unificar esfuerzos para crear campañas y planes donde prevalezca educar en valores desde el hogar, la escuela y que cada persona, institución, gobernante local, regional y nacional cumpla con su parte. Todos somos responsables de asegurar a la generación de relevo cuidados, protección, hogar, alimentos, estudios y sobre todo amor.

Los niños, niñas y adolescentes en situación de calle existen en cada pueblo o ciudad de nuestro país. Viven y padecen hambre, miseria, abandono familiar, discriminación, persecuciones policiales, misiones como prisiones y mucho más.

Bien, lo dijo Karl Menninger “El trato que se le da a los niños es el que ellos luego darán a la sociedad”

 

*Yadira Mora: Licenciada en Ciencias Gerenciales. Maestría en Administración y Negocios. Enfermera Especialista en Adicciones. Master en Coach Empresarial y Mentoring UNESCO. Máster en Educación para la Paz UNESCO. Diplomado en Derechos Humanos. Mención: Construcción de Ciudadanía Universidad de los Andes Venezuela. Diplomado en Educación Virtual FATLA. Estudiante de Derecho UC.

Yadira Mora

Yadira Mora

Hola, soy Yadira Mora y todos me dicen Tolino. Mujer venezolana ecologista. Abogada, locutora y escritora a ratos. Me gusta el running y la jardinería. Soy madre de Marilym y de Paolo.

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