El acceso a la tecnologÃa y a las redes es fundamental para que la ciudadanÃa se empodere e influya en la toma de decisiones. Pero las brechas digitales, ampliadas por los problemas de conectividad en la región, impiden un mejor aprovechamiento de este espacio de incidencia.
Los jóvenes tienen una mayor ventaja para apoderarse de las nuevas tecnologÃas y convertirlas en una herramienta ciudadana, pues en su mayorÃa son nativos digitales con una gran capacidad para aprender a usar nuevas aplicaciones y redes, haciendo del activismo digital una vÃa para intercambiar información, contactar a otros activistas, participar de decisiones colectivas, activarse en la documentación y difusión de vulneraciones de derechos humanos y movilizar a la sociedad.
Asà se convierten de simples receptores de información en activistas que participan en el ejercicio y exigencia de de sus derechos.
En conmemoración del DÃa Internacional de la Juventud, Oportunidad, Acción Solidaria, Luces para Venezuela, Caleidoscopio Humano, Brigadas Azules, Demoinnova, Noucity, Valoro y Koyobo, entre otras organizaciones, realizaron un webinar sobre la evolución digital y las brechas existentes en la región, con la participación de panelistas nacionales e internacionales.
La moderación estuvo a cargo de Pedro Cordero, joven venezolano egresado del Diplomado de Liderazgo para la cultura de paz y no violencia, realizado por Oportunidad. Cordero expresó que muchos sectores no cuentan con acceso a servicios digitales y se debe re-pensar como abarcar a toda la población de la región.
Yunitza Dávila, de NouCity, comentó que la pandemia ha empujado a entender la importancia de la tecnologÃa en el mundo y cómo llegó para quedarse en todos los espacios de nuestras vidas.
Los jóvenes son los más dispuestos a trabajar en el área de la tecnologÃa. Dávila hizo referencia al compromiso de que nadie se quede atrás que establece la Agenda 2030 de la ONU, aunque la región enfrenta retos y desafÃos que dificultan la inclusión de las personas.
Para la sostenibilidad de las ciudades, se debe trabajar de la mano con la tecnologÃa para erradicar la discriminación, la pobreza, el hambre y generar la inclusión, que sea un medio para poder estrechar las brechas que existen actualmente en la región. La transparencia es uno de los retos de la tecnologÃa, ya que se comparte información personal e intereses.
A pesar del impulso de la tecnologÃa en la pandemia, se requiere una polÃtica pública que garantice la infraestructura necesaria para hacer factible el mundo digital y llegar a las personas que tienen menor acceso a la información y a la conectividad esencial en Latinoamérica.
Pedro Cordero aportó que es maravilloso repensar la tecnologÃa como un derecho humano para tener mayor acceso a internet y enfocar las polÃticas públicas.
Gastón Masare, de Fundación Gobernanza, expresó que el mundo digital ha avanzado pero se deben analizar las brechas digitales. Planteó pensar el mundo diez años atrás, en los pañales de Facebook, los inicios de Twitter; la inexistencia de la nube; Spotify; las aplicaciones de delivery; entre otros, y re-pensar el futuro dentro de diez años, ante la posibilidad de los nuevos negocios, las iniciativas, las plataformas y las aplicaciones.
La tecnologÃa y sus propuestas innovadoras deben estar relacionadas en el contexto del mundo fÃsico, ideadas para los ciudadanos y sus necesidades como personas.
Invitó a replantear los roles de los jóvenes para la transición digital como parte del desafÃo, con el objetivo de reforzar las instituciones.
Adriana Narváez, de Demoinnova, indicó que la pandemia se convirtió en una oportunidad para la incorporación de otras instituciones en el mundo digital. Los jóvenes que no tienen acceso, empiezan a tener una precaria situación, frente al riesgo de no adquirir las capacidades tecnológicas requeridas para su incorporación al mundo digital, especialmente en el acceso a la educación virtual como un impulsor para la erradicación de la pobreza.
Abril Maldonado, presidenta del Consejo de seguimiento de polÃticas públicas en la materia de la juventud de México, cree que se deben pensar los retos de la región para la conexión virtual, especialmente en las comunidades rurales e indÃgenas, viéndose vulnerados ante los derechos de la libertad de expresión, la educación y de asociación.
Es importante ver el uso de la tecnologÃa con el enfoque de derechos humanos, ya que no es solamente la satisfacción de las necesidades de la oferta-demanda, ser usuarios o consumidores, o simples estadÃsticas, sino que debe ser visto con un enfoque de derechos humanos, intercultural y de género, para alcanzar la igualdad en el acceso a la tecnologÃa.
Sergio Gómez, de Oportunidad, destacó que las brechas digitales han dificultado la comunicación y existen personas que no se han logrado adaptar a los cambios.
Para Masare la propuesta debe ser impulsada desde la gobernanza. Se deben conocer detalladamente las brechas digitales y crear los espacios de diálogo para generar las discusiones con los diferentes actores, como los usuarios y los gobiernos, promovidos por las ONG.
Dávila advirtió que en el caso venezolano ha habido un proceso de digitalización importante, pero se ha visto como una herramienta polÃtica. Los ciudadanos deben tener derecho a la seguridad digital.
Se indicó que la agenda digital debe ser promovida por la sociedad civil para garantizar los derechos de los ciudadanos, siendo necesario desarrollar las estrategias de tecnologÃa para el desarrollo y la sostenibilidad.
Para Luis MartÃnez los retos son mayores pero la calidad humana de la región ayudará en la evolución digital, invitando a soñar y a superar los obstáculos digitales.
Algunas de las vÃas que pueden usarse para el activismo digital son:
- SMS o mensajes de texto, que tienen gran utilidad en momentos de poca conectividad, para convocar, trasmitir información, entre otros usos.
- Correo electrónico, que permite compartir información, artÃculos y documentos, además de convocar, denunciar y difundir.
- Las redes sociales como Facebook, Twitter, WhatsApp, Signal, Telegram, que se convierten en espacios para la difusión masiva de información y alcanzar la viralización de determinados temas, presionando para alcanzar un cambio, generar acciones concretas, o también para recaudar fondos. Las etiquetas y las campañas en redes facilitan la labor de incidencia.
- Por medio de plataformas web es posible generar peticiones y recoger firmas. Tal es el caso de Change.org.
El uso de cualquiera de estas vÃas debe hacerse con responsabilidad, verificando la información a difundir.

