Arrancamos el 2018 con la angustia y el pesar de un 2017 caracterizado por la pérdida total de la institucionalidad democrática y la existencia de una emergencia humanitaria compleja que genera sufrimiento y cobra la vida de muchos. Si algo tenemos claro la mayoría de los venezolanos es que el panorama no es nada favorable para este nuevo año. La sensación de orfandad y la pérdida de la esperanza se ha convertido en un peligroso sentimiento colectivo. Y no es para menos, solo basta escuchar declaraciones y análisis de economistas o entendidos en el ámbito del análisis político para generarnos la certeza de un futuro inmediato apocalíptico para Venezuela.
Ahora bien, mi intención con estas reflexiones no es sumarle más razones a la desesperanza, sino todo lo contrario, darle razones y posibilidades de acciones para trabajar por Venezuela en este 2018. Aunque muchos piensen que está todo perdido, sé que usted, que lee este artículo, busca la forma de contribuir a ese cambio que requiere nuestro país y a esa recuperación de la democracia que necesitamos todos y a la que todos, estemos donde estemos y con los recursos de que dispongamos, podemos aportar.
Por más de una década me he dedicado a defender derechos humanos. Ser una defensora en Venezuela es una acción que requiere, como todo en la vida, compromiso y constancia, pero en las circunstancias que vivimos en Venezuela confrontan también un alto riesgo y niveles importantes de resiliencia. Sin embargo, a través de los años que me he dedicado a esta pasión, me he dado cuenta de que defender derechos humanos no es solo una labor que puede realizar un grupo pequeño de personas que llamamos defensores, defender derechos humanos es una elección ciudadana de conciencia de derechos, que te da una nueva formar de ver el mundo y que se convierte en un estilo de vida que se forma con acciones cotidianas.
Mi invitación para este 2018 es que te conviertas en un defensor de los derechos humanos para Venezuela. Todos podemos ser defensores. Como ciudadano consciente de tus derechos y deberes puedes cambiar tu entorno y si muchos tenemos esa conciencia podemos transformar a Venezuela. Puede que mi afirmación te suene un poco idealista en nuestro escenario actual, pero si la sociedad civil de Chile, la de Argentina, la de Perú o el movimiento Solidaridad en Polonia no hubieran pensado eso, su labor no hubiese sido fundamental para la recuperación de sus democracias y hoy seguirían bajo el yugo de regímenes dictatoriales.
¿Cómo hacerlo? Defender derechos humanos no es algo que simplemente se declara, ser un defensor de los derechos humanos se define por las acciones que realizas. Para realizar esas acciones necesitas conciencia de derechos y tener algunas herramientas que te permitan realizar acciones. Mi invitación para ti es a unirte a la labor de defensa de los derechos y a convertirte en un Activista de Derechos Humanos, va junto de una oferta de acompañamiento para que puedas este 2018 realizar esta labor junto a otros miles de venezolanos que ya son parte de la redes de activismo ciudadano por los derechos humanos. No importa tu edad, ni tu profesión, no importa si estás o no en Venezuela, lo único que tienes que tener es compromiso por trabajar por los Derechos Humanos y estar dispuesto a aprender algunas herramientas que te ayudarán en esa labor. Para hacerlo solo tienes que escribirme un correo y colocar tu nombre, tu teléfono y dónde vives y poner en el título del mensaje: “Yo quiero ser un activista ciudadano por los derechos humanos”, y te diré cómo sumarte a este movimiento que día a día aboga por una Venezuela libre y por un mundo de paz. Escríbeme a bibita79@gmail.com y comienza el 2018 siendo de los que están en el lado de la esperanza en Venezuela.
Artículo publicado originalmente en Efecto Cocuyo
Foto cortesía de Efecto Cocuyo