Ayer martes 13 de febrero, en el Hospital José María Benítez del estado Aragua, se registró la muerte de 3 niños por envenenamiento, mientras otros 3 permanecen en estado crítico con el mismo diagnóstico. Otros medios reportan la muerte de 6 menores de edad. Todo ello, tras haber ingerido yuca amarga y
alimentos descompuestos, consecuencia de la crisis alimentaria en nuestro país.
La crisis alimentaria que atraviesa Venezuela y de la cual el Gobierno de Nicolás Maduro se resiste a reconocer, en un halo de testarudez propio de un niño malcriado, ha traído como consecuencia, que los venezolanos deban hacerse mano de lo que consigan para poder alimentarse y entre ello, están los
restos de comida en los vertederos de basura, actos delictivos de saqueos a comercios y alimentos no aptos para el consumo humano, como es el caso de la yuca amarga.
Venezuela siempre se ha caracterizado por ser un país con innumerables riquezas y recursos, entre estos está la vocación agrícola, devenida de las excelentes propiedades de nuestras tierras. Incluso nuestros indígenas desde épocas ancestrales, mantienen una dieta a base del cultivo de tubérculos como
la yuca, el cual es de bajo costo y resulta un buen sustituto de la arepa o el pan.
Entre los componentes de la yuca se encuentra el cianuro, que dependiendo de la cantidad por miligramo que contenga el tubérculo, se determina la toxicidad de este y de allí, la diferencia entre la yuca dulce y la amarga. La yuca dulce, señala la Organización Mundial de la Salud, contiene 0,01 miligramos de cianuro por cada gramo de yuca y es apta para el consumo humano, mientras
que la yuca amarga, contiene como mínimo 0,03 miligramos por gramo de yuca y su consumo puede causar la muerte. Con ocasión como ya se indicó, a la grave crisis alimentaria en Venezuela, se han registrado ya varias muertes por el consumo de yuca amarga, sobre las cuales como ya es normal en este país, no hay cifras oficiales. Sin embargo, el presidente Nicolás Maduro a manera de chiste durante una alocución, hizo referencia al consumo de yuca amarga, señalando que se debe tener cuidado con su ingesta, pues puede causar “graves problemas”. Obviamente que causa graves problemas, dado su alto
contenido de veneno y quien la consume, lo hace por necesidad y no por querer hacer una degustación de platos exóticos como se hace por ejemplo, con el pez globo.
Urge que el Gobierno reconozca la grave crisis que atraviesan los venezolanos, no es posible que mientras los altos jerarcas de este “Gobierno del Pueblo y para el Pueblo” no atienden la crisis alimentaria, pues no necesitan hurgar entre la basura para poder alimentarse o alimentar a sus hijos, nuestros niños mueren en el intento de alimentarse. Pese a sonar a cliché, este Gobierno está matando de hambre al pueblo, ya que al ser quien tiene sobre sí el poder de todo, es quien puede decidir si esta crisis alimentaria continúa o para. Resulta terriblemente devastador, ver las cifras de muerte por desnutrición infantil de 280.000 niños para 2018, que maneja Caritas de Venezuela.
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