Por: Carlos Reverón Boulton
La relación entre literatura y derecho ha sido estudiada desde tres perspectivas, a saber: (i) el derecho en la literatura; (ii) el derecho como literatura; y (iii) el derecho de la literatura. En esta oportunidad nos concentraremos en la primera de ellas, es decir, el derecho en la literatura debido a que en ella se resaltan fenómenos jurídicos, de las más diversas naturaleza y perspectivas, para tomar ejemplos que sus narraciones desarrollan en las historias ficticias de esas expresiones artísticas para así fomentar un profundo debate sobre el derecho, el análisis y una comprensión que genera más interés en el alumno a partir de historias mucho más cercanas y alejadas del formalismo intrínseco de tratados y normativas que pasarían a un segundo plano dentro del debate que fomentan esas obras.
Las historias que transmitan aspectos relativos al derecho ayudan a lograr mostrar la relatividad de la verdad que encierra el derecho, son un vehículo que pueden mostrar todos los problemas jurídicos como son: la noción de justicia, el papel de los jueces y tribunales, los límites al poder, los derechos y libertades individuales, entre otros. Las expresiones artísticas son un poderoso vehículo para ello.
La importancia de relacionar el derecho con otros fenómenos, distintos a sus fuentes, como son las expresiones artísticas, se traduce en un gran beneficio para que los operadores jurídicos puedan plantear soluciones o problemas que enriquezcan la ciencia jurídica que es tan dinámica y en constante movimiento y evolución.
Dentro de ese contexto, queremos referiremos y recomendar la lectura de Harrison Bergeron (leer). Se trata de un cuento de ciencia ficción distópico escrito por Kurt Vonnegut (1961). El ingenio de ese relato consiste en ser una evidente burla crítica hacia la mediocridad como standard social, las discriminaciones positivas, los discursos de igualdad material y del terrible sometimiento de las personas por parte de los regímenes totalitarios. Existen películas basadas en esa historia, como Harrison Bergeron (Pittman, 1995 y Horne, 2006) y 2081 (Tuttle, 2009).
Concretamente permite discutir en torno a la igualdad, proclamada erróneamente por los promotores de la justicia social, que conlleva a regímenes colectivistas que desprecian la libertad y la autonomía individual para que cada quien alcance su proyecto de vida, atendiendo a sus propias capacidades, razón por la cual se debe rechazar el poder configurador del Estado Social y su tendencia irrefrenable hacia el totalitarismo y el constructivismo (ingeniería social) contrario a la naturaleza humana y los postulados de cooperación humana y el orden espontáneo.
Sobre la relación del derecho con la literatura y el cine, nos hemos referido brevemente en la entrada del #Blog intitulada Críticas a la inteligencia artificial (leer).
También hemos escrito los siguientes estudios sobre la interrelación del derecho con la literatura y el cine:
- Derechos Humanos en la Literatura y Cine Venezolano. Editorial Jurídica Venezolana, Caracas, 2021. Prólogo realizado por el Dr. Ramón Escovar León. Ver
- “Don Quijote, Sancho Panza y el test de laboralidad” en Revista de la Facultad de Derecho Nº 72, año 2017-2018. Universidad Católica Andrés Bello, Caracas, 2019. Leer
- “Beneficios de la relación del derecho con la literatura y el cine” en X Jornada Aníbal Dominici (Homenaje al Dr. Ramón Escovar León). AB Ediciones, Caracas, 2021.
- “Ikiru y el derecho a una buena Administración en Venezuela” en Anuario de la Asociación Venezolana de Derecho Administrativo. Año 2021, Centro para la Integración y el Derecho Público, Caracas, 2023. Leer.
- “Derechos humanos en el cine: Una aproximación a partir de la película Argentina, 1985” en Revista de Derecho Público Nº 171-172 julio/diciembre 2022. Editorial Jurídica Venezolana, Caracas, 2023. Leer.
