Como activista y defensor de los derechos humanos, me es imposible no analizar este contexto en el estado donde vivo, Yaracuy es un estado pequeño, y como bien dice el refrán “pueblo chico, infierno grande”, para mi personalmente Yaracuy se ha convertido en una pequeña Narnia, porque se ha alejado de todos los males que a nivel nacional organizaciones y defensores batallan por erradicar, ustedes se preguntaran ¿Cómo hizo Yaracuy para no tener esos males? Y la respuesta no es como ustedes pueden imaginar, Yaracuy no se libró de esos males, simplemente los ignora. Otro dicho que sirve para entender este panorama es el de “ojos que no ven, corazón que no siente” aunque yo lo parafrasearía a “ojos que no ven, justicia que no llega”.
El vacío gigantesco de información, políticas públicas y la clara dependencia de los poderes hacia el gobierno ha convertido a Yaracuy en un paraíso para las violaciones a derechos humanos y la violencia basada en género. Esto sucede no solo gracias a la negligencia de la gobernación y alcaldías del estado, sino también, porque la población no tiene la violencia basada en género como una prioridad; la sociedad yaracuyana silenciosamente ha realizado un acuerdo de no intervención en este tema, a tal punto, que una vez que para el estado Yaracuy la casa de la mujer, se convirtió en un ente sin importancia y les quito el financiamiento. Yaracuy quedo completamente huérfano de entes u organizaciones que vean por la seguridad y la vida de las mujeres.
Y ya que tienen un contexto bastante resumido, pero muy general, de la situación en Yaracuy, quiero hacerles la pregunta, sin datos ¿hay violencia? En cada municipio del estado Yaracuy hay al menos una comunidad vulnerable, donde los derechos de tanto mujeres como niños son violados diariamente, pero aun así, para el sistema de justicia esos casos no existen, para las organizaciones no existen, para los sistemas de protección internacional tampoco existen, el vacío de data en contexto de violencia basada en género es como preguntar “Si un árbol se cae y no hay nadie para oírlo ¿realmente hace ruido?”.
Es urgente que en Yaracuy existan organizaciones con fondos, con equipo y con la disposición para realmente proteger a todas las personas cuyos derechos e integridad están siendo violentados, en Yaracuy existen personas destacadas que pueden hacer el trabajo, pero sin fondos y en la actual crisis que vivimos todos los venezolanos, es imposible realizar un trabajo de esta magnitud, ¿Cómo le pides a un/a abogado/a que deje su trabajo pago para atender casos de manera gratuita? ¿Cómo le pides a un joven que sea voluntario sin paga cuando tanto este como su familia tienen necesidades? Hay muchas características que nos han impedido como activistas y como defensores, poder seguir con un trabajo que permita una documentación continua y una creación de base de datos de estos, las ganas están, pero los materiales y la ayuda no.
Y mientras que en Yaracuy se piense que la violencia basada en género no es una prioridad, no solo para sus ciudadanos, sino también para las organizaciones a nivel nacional, pues entonces seguiremos siendo el único estado en el país que no maneja datos de este tipo de violencia, y de esta manera cientos de mujeres y niños seguirán siendo vulnerados y violentados y seguirán siendo ignorados por todos.
Mas que apuntarte con el dedo, quiero que este articulo sea un llamado a la reflexión, que las personas abran los ojos y vean que necesitamos ayuda, necesitamos inversión, necesitamos fondos, para que las organizaciones que aquí existen puedan incorporar en su agenda la protección de las personas en materia de VbG. Personalmente pienso que es un falla gigantesca que en un estado de nuestro país no hayan datos de violaciones en derechos humanos y de violencia basada en género, y que no se hable al respecto, que no se sepa nada al respecto, hay personas que sufren estos atropellos diariamente y es nuestro deber como activistas y defensores accionar por el bien mayor.
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