Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

“Guapis” Riesgos de la exploración de la feminidad en adolescentes

Nuevamente las sociedades intentan invisibilizar, los sólidos esfuerzos de quienes desean generar conciencia, reflexión y cambios con sus proyectos a partir de inquietudes sociales e investigación.

Es el caso de la película opera prima Guapis (“Cuties”) de la Directora y guionista Maimona Doucouré; la cual aún sin estrenarse en Latinoamérica, lamentablemente se ha dado a conocer más por el errado impacto publicitario de su Distribuidor Netflix, Inc.; pasando a un segundo plano, el  valioso trabajo de investigación, y las motivaciones de la guionista y directora para su realización. Nuevamente prevalece más la ligereza de los opinadores de teclado que sesgan la opinión pública; algunos con supuestos créditos para hacerlo.

Intentando dar voz a la intención y motivación de la Directora y guionista Maimouna Doucouré, quien manifestó para una entrevista a CINEUROPA, que los hechos que visualizó “cuando en una fiesta de barrio, vi a un grupo de chicas de 11 años subirse al escenario y bailar de una manera muy sensual y con ropa muy corta. Me chocó bastante y me pregunté si eran conscientes de la disponibilidad sexual que transmitían…”.

Este suceso hizo reflexionar a la Directora sobre su infancia y su acercamiento al descubrimiento de su feminidad,  transcurrida entre dos culturas, la senegalense y la occidental. Se entiende que la cineasta ha pretendido presentar elementos críticos de dos sociedades antagónicas y bajo ese enfoque de dos culturas, se muestran elementos que afectan a la familia de Amy, en esa mezcla intercultural.

Por otro lado, el tema de los efectos de la hipersexualización en sociedades liberales o conservadoras, evidencian la necesidad de  abrir espacios de educación en habilidades sociales, tanto para preadolescentes como para sus representantes.

En ambos casos,  la formación preventiva de preadolescentes que se inician en reuniones para el disfrute y la socialización entre pares, debe darse a partir de conversaciones cercanas con adultos significativos que respeten sus curiosidades, y escuchen sus interés y motivaciones de forma empática.

En los argumentos que presenta la película, recogidos de opiniones expresadas por la cineasta; el personaje de Amy, la niña de 11 años comienza a experimentar los primeros acercamientos a su feminidad y descubre a través de las redes sociales, ritmos y bailes modernos como el Twerk, que rápidamente despertaron su interés y curiosidad natural; lo cual hace rescatar de esta historia, la importancia de dialogar y conversar con los hijos sobre temas de educación sexual de manera temprana y oportuna.

No tendría nada de malo que una niña baile cualquier ritmo bien para disfrute entre sus pares o ante cualquier escenario, si se le ha brindado un acompañamiento empático y conversado sobre los límites y el respeto de su cuerpo. La atención debe prestarse al cómo son percibidas ciertas expresiones rítmicas sugestivas como el Twerk; desde la óptica de un niño/niña preadolescentes disfrutando o de un público espectador adulto, cuando los límites entre cuerpos-movimientos y hormonas son tan delgada, que los riesgos pudieran trasladarse a otros escenarios.

La educación sexual consciente con enfoque de género, siempre será la mejor opción, para disfrutar de la feminidad y de esos inicios de la sexualidad, la recreación saludable o la práctica de cualquier expresión rítmica, bajo patrones de respeto, autoestima y dignidad.

Considero que es un tema para reflexionar, pues si bien el Twerk o Twerking es considerado para entrenadores físicos un ejercicio; en culturas ancestrales se consideró un ritual jamaicano y una de las primeras cantantes que llevó este ritmo a grandes escenarios, ha sido Miley Cyrus quien lo popularizó como baile en una presentación de MTV. A partir de allí, el mismo comenzó a visualizarse en la cultura occidental como un baile con alto contenido de erotismo y sexualidad.

Uno de los temas que invita a conversar la película “Guapis”, es la importancia de los referentes culturales y  la sobreexposición en redes sociales a la que están sometidos los niños/as y adolescentes; lo cual nos hace además responsables de abrir espacios de encuentro, para abordar la visualización de los posibles riesgos que abren padres/representantes a sus hijas introduciéndolas a un mundo de expresión corporal altamente sugestivo,  sin la madurez necesaria. En este mismo sentido, también es importante la responsabilidad social de los directivos y profesores de escuelas de baile modernos, quienes deben mantener un dialogo cercano con sus alumnas, y brindar orientación permanente que les permita a estas mantener una actitud de respeto a su cuerpo y del baile como expresión artística. Tal como ocurre y se ensaña por ejemplo a las bailarinas de Belly Dance.

Sobre la consideración de si la película es pornografía o arte, diríamos que dependiendo del contexto cultural que lo analice. En una sociedad neoliberal hipersexualizada, tal vez no lo sea, pero en una sociedad ortodoxa religiosa islámica, sí. En Venezuela, no tenemos esos radicalismos tan acentuados,  pero podríamos coincidir en los riesgos que implica para niñas, preadolescentes y adolescentes, introducirse en un estilo de baile moderno como el twerk, en medio de contextos deprimidos, familias disfuncionales o desestructuradas y valores de dignidad que son negociados en atención a necesidades básicas. Habría que poner la lupa en ello, y mantener la óptica desde la familia, escuela y sociedad, en la apertura de diálogos cercanos, bajo el respeto y comprensión de los procesos madurativos y exploratorios de la sexualidad en estas edades, y los riesgos presentes bajo la sobreexposición de la hipersexualidad en contextos deprimidos o familias disfuncionales.   

Karina Oval

Karina Oval

Soy politóloga, desde mis inicios como estudiante trabaje en proyectos y políticas sociales, organizando diversas actividades a nivel local y nacional. Fui representante en Venezuela por más de 8 años de la Red Internacional de Ecoclubes promoviendo la formación de adolescentes y jóvenes con una visión de "Ciudadanía Ecológica" bajo el enfoque de la OPS/OMS. En esa misma línea también colaboramos a nivel internacional con la iniciativa de movilización social "ACUERDO CIUDADANO CON LA TIERRA", posteriormente trabaje como asesora de proyectos sociales para varias ONGs, y actualmente dirijo SER CONSULTORÍA una organización que impulsa, promueve, asesora y organiza actividades y proyectos de políticas sociales.

Más artículos del autor: