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Sandra Flores: Mujer de principios en la lucha por la justicia y pasión por la política.

Serie: Conoce a nuestrxs activistas.

Por: Karla Ávila Morillo / Comunicaciones REDAC

Sandra Flores Márquez, mejor conocida en el ámbito político nacional como Sandra Garzón debido al apellido de su esposo, quien también es dirigente político venezolano. Esto, puesto que en el año 2014 fue encarcelada por motivos políticos junto a su esposo Hernando Garzón, un líder político emergente de Barinas, en aquel tiempo los medios de comunicación publicaban noticias sobre su encarcelamiento refiriéndose a ambos como los esposos Garzón.

Nació en el Hospital Luis Razetti de Barinas, creció y se desarrolló en varios lugares como Santa Bárbara de Barinas, lugar natal de su madre, donde estuvo bajo el cuidado de sus abuelos maternos. Igualmente pasó parte de su infancia en Curbatí, una zona rural barinesa y en El Tigre, estado Anzoátegui.

Ostenta la licenciatura en administración de la Universidad Nacional Experimental de los Llanos Ezequiel Zamora (UNELLEZ) y es abogada egresada de la Universidad Santa María. Posee además, una maestría en gerencia empresarial de la Universidad Fermín Toro de Barinas y un doctorado en ingeniería de organización de la Universidad Politécnica de Madrid, España.

Mientras estudiaba en la UNELLEZ, la casa de estudios fue intervenida por órdenes del gobierno de Hugo Chávez. Fue en ese momento cuando por primera vez se involucró en la lucha de los movimientos estudiantiles. Asevera Sandra: “Entendí que para cambiar las cosas que funcionan mal en la administración pública realmente tienes que involucrarte, uno no puede limitarse a hacer críticas, cosa que está bien, pero si realmente se quiere modificar actuaciones, modelos o visiones es necesario tomar partido, trabajar duro y defender tus ideas. Así que mi visión del funcionamiento de la administración pública es lo que me motivó y aun me sigue motivando a hacer carrera política. Yo creo en el libre mercado, en el absoluto respeto de la propiedad privada, en el empoderamiento de las Organizaciones No Gubernamentales y de la sociedad civil, en la actuación limitada del Estado; en la transparencia; la protección del ambiente y en el respeto de los Derechos Humanos.”

En la época que luchaba contra la intervención de la UNELLEZ, decidió que se involucraría en la política. Durante esa época conoció a un joven dirigente político, cuyas opiniones no siempre compartía, pero le atraía por su pasión al defender sus ideales. Fue así como se convirtió en su mejor amigo. A su vez, él también le motivaba a involucrarse en ese ámbito, le expresaba que había ausencia de mujeres que fueran constantes en la política. Entonces, Hernando Garzón pasó de ser amigo a ser su esposo, quien además es activista de derechos humanos, concretamente de los derechos relacionados a la participación política.

Luego de pasar 99 días en prisión y ser liberadxs, aunque con medidas sustitutivas a la privativa de libertad, Sandra quiso formar parte como activista ciudadana enfocada en la defensa y apoyo a jóvenes detenidxs por protestar y a personas heridas durante manifestaciones pacíficas. En el año 2017 recibió un curso de formación de la Red De Activistas Ciudadanos (REDAC) por parte del abogado Carlos Guerra, coordinador de la organización. La dinámica del taller, el acceso a contacto con activistas con mayor trayectoria y la constante formación que le proporciona la REDAC, le animaron a formar parte de esta red, ya que a medida que tiene nuevos contactos y mayor capacitación, siente que puede ayudar de manera más eficiente a las víctimas.

Entre sus proyectos personales, se encuentra brindar apoyo logístico a las personas detenidas durante manifestaciones pacíficas y sus familiares. Revela lo siguiente: “Llevamos la data de los jóvenes detenidos y nos mantenemos en contacto con ellos aún después que salen en libertad. Muchos de los jóvenes que han sido detenidos tienen cualidades excepcionales de liderazgo. Así por ejemplo, uno de los jóvenes detenidos en el 2017 tiene un índice de bachillerato de 19.5 puntos, ganó un concurso nacional de ciencias, otro de los jóvenes ha ganado competencias nacionales de tenis de mesa. Estos jóvenes son indispensables para la reconstrucción del país, por eso nos mantenemos en contacto con ellos, les damos información sobre oportunidades de becas de estudio en el país y en el exterior, los animamos a seguir estudiando y a seguir luchando por sus ideas.”

Ha trabajado con el Centro de Justicia y Paz (CEPAZ) y la REDAC, con quienes tiene una relación muy estrecha, manifiesta que han influido en su formación como activista de derechos humanos. Es una relación de mucha confianza. También con el Foro Penal capítulo Barinas, porque se encargan de la defensa jurídica de lxs detenidxs. Desde su ciudad ha organizado algunas actividades con el Movimiento Vinotinto, tales como foros y misas relacionadas con casos de la región.

Confiesa que durante el encarcelamiento e incluso todavía, en algunas oportunidades siente ansiedad. A veces le cuesta conciliar el sueño y siente que funcionarios del SEBIN están en su casa, para allanarles y detenerles nuevamente. Ha sentido la injusticia, la opresión, la maldad en carne propia y en la de su esposo, no sólo fue martirizada ella, también es la esposa de una víctima de violación de derechos humanos.

A pesar de los momentos más hostiles, comenta que ha sentido mucho respaldo de organizaciones políticas, principalmente del partido en el cual milita, Primero Justicia, de la Iglesia Católica, de Organizaciones No Gubernamentales, como CEPAZ que expuso el caso de ambos en Ginebra y en otras instancias internacionales.

Salió adelante gracias a su profunda fe, dice creer firmemente en Dios, pueden ocurrir episodios negativos en su vida pero confía en que va a superarlos. “Cuando alguien quiere dominarte por la fuerza y uno sabe que está actuando de manera correcta, de tu interior sale una fuerza indescriptible que a pesar que intentan callarte o hacerte daño, tú sigues adelante y sigues adelante por tu fe. Una de mis fortalezas es mi estabilidad emocional, yo suelo enfrentar con los mismos sentimientos los episodios negativos y positivos de mi vida, así que el encarcelamiento me afectó menos de lo que pudo haberme afectado considerando las torturas psicológicas a las que Hernando y yo fuimos sometidos. Mi debilidad: mi deseo por prever y controlar las cosas. Esto me llevó a sentimientos de frustración porque en este contexto de encarcelamiento nada depende de ti, estás a merced de lo que otros quieran hacer contigo.”

Considera que lo que les ocurrió fue una absoluta injusticia, nunca en su vida pensó que iba a estar en una cárcel o que su esposo estaría en prisión por motivos políticos o cualquier motivo. Desde niña ha sido buena ciudadana, es obediente a las normas y supone que si actuaba bien jamás sería castigada, pero terminaron siendo encarcelados por defender sus ideales.

Luego de salir de prisión, considera que tiene mayor conciencia de lo que acontece en los calabozos venezolanos. Como abogada escucha historias aterradoras de corrupción, detenciones arbitrarias, torturas, pero cuando estuvo dentro se dio cuenta que lo que se oye en la calle es sólo una parte de lo que realmente sucede dentro de la cárcel. Desde ese entonces se siente más comprometida con la defensa de los derechos humanos y la lucha contra la corrupción y la impunidad. La corrupción, la impunidad y la violación de derechos humanos son flagelos absolutamente vinculados. Sandra reflexiona lo siguiente: “Por otro lado, tengo mayor conciencia de que hay cosas que no puedo controlar y que hay gente que me hará daño por mis ideas y las de mi esposo, entonces sólo tengo que disminuir los riesgos y seguir defendiendo mis ideas”

Hace hincapié en que el trabajo colaborativo en los ámbitos de política no siempre es genuino, especialmente en el pasado, partidos políticos apoyaban sólo a los detenidos, heridos y familiares de los asesinados que eran militantes de sus organizaciones y guardaban silencio cuando se trataba de militantes de otros partidos.

Cuando se acerca a las distintas comunidades de su región percibe el abandono. Comenta que son comunidades excluidas de políticas reales que les permitan avanzar en su situación de pobreza, inseguridad personal, bajo nivel educativo y desnutrición. Piensa que la corrupción tiene mucho que ver con esto.

Por tal motivo, apuesta a la educación, ya que son temas en los que hay que formar a lxs ciudadanxs. Siente que es necesario educar y difundir valores hasta crear una nueva visión de la cultura política, donde al político y al ciudadano les queden absolutamente claro que la política es para contribuir al desarrollo y progreso de las comunidades, y por tanto, quienes la ejerzan se vean obligados a ser competentes, manejarse con probidad y transparencia y, por el otro lado, lxs ciudadanxs tengan una mejor formación que le permita elegir a las personas adecuadas.

Está convencida de que si las personas se unen a exigir sus derechos desde la colectividad, podrán entender el poder que tienen y el impacto que sus acciones causan en sus comunidades, pues a medida que a la gente se le empodere con conocimientos y se les explique que sus comunidades serán mejores lugares para convivir cuando ellxs se involucran, entonces lo harán.

En cuanto a la presencia femenina en la política, a pesar de ser diputada de la Asamblea Nacional de Venezuela debido a una resolución de paridad de género, opina lo siguiente: “Tenemos mucha tarea pendiente. Muy pocas mujeres llegan a posiciones de poder a pesar de que la gran mayoría de activistas y del padrón electoral en momentos de campaña son mujeres. Los hombres ocupan mayores puestos de poder y de decisión, por tanto, la visión masculina termina imponiéndose en la mayoría de los casos. Por otra parte, creo que no hay claridad sobre el impacto de la participación política ni de los derechos humanos particulares de las mujeres. Sin temor a equivocarme, la mayoría de los ciudadanos desconoce el hecho de que aquellas sociedades donde las mujeres tienen mayor participación política son más pacíficas, tolerantes e inclusivas, lo que a su vez influye en la prosperidad de una región. También hay desconocimiento sobre los derechos de las mujeres. Muchos creen que los derechos de las mujeres se limitan a evitar la violencia doméstica, las agresiones sexuales, las agresiones verbales y no se ha entendido bien que se trata del derecho de la mujer a tomar sus propias decisiones, a tomar decisiones con respecto a su sexualidad y reproductividad, sobre su educación, trabajo, entre otras, que le permitan lograr sus metas de vida.”

Para finalizar, la diputada establece que las Organizaciones No Gubernamentales tienen un papel fundamental en fomentar la participación ciudadana, educar a la población sobre la importancia y el impacto de su colaboración en los asuntos públicos, de ese modo puedan comprender que la participación no se limita a votar, sino que también incluye hacer contraloría social, la elaboración del presupuesto, entre otros, y que además su cooperación conlleva al uso más racional de los recursos públicos, mayor transparencia, menor corrupción, entonces las personas comenzarán a participar más.

Sandra Flores Garzón aspira continuar con su carrera política, bajo las mismas ideas y visión que la caracterizan, sólo que ahora con mayor solidez que antes, debido a que ha madurado emocionalmente un poco más luego de todo lo vivido en los últimos tiempos.

 

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Red de Activistas ciudadanos por los DDHH promoviendo democratización de los DDHH

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