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CONFIANZA ELECTORAL: UN RETO EN VENEZUELA

Por: Hermanlyg Ríos

En las últimas dos décadas y con mayor énfasis desde el inicio de la emergencia humanitaria compleja, la ciudadanía ingresó en un bucle de desconfianza y desmotivación, dejando a un lado la vital importancia de su participación en diversos procesos políticos, los cuales van desde la participación electoral hasta el uso de distintas instancias ciudadanas de representación del poder público como los Concejos Municipales, Alcaldías, Asamblea Nacional, e incluso, instancias no oficiales que poseen vocerías calificadas que están ayudando a superar la crisis y a resolver conflictos en nuestro país.

Para la celebración en Venezuela de elecciones justas, transparentes, libres y auténticas, es fundamental que todos los actores mencionados anteriormente se reconozcan entre sí, incluyendo a liderazgos políticos y de la sociedad civil, al igual que la fuerte importancia de la comunidad internacional en nuestros procesos internos. En cuanto a este último punto, es menester destacar el papel esencial de la Unión Europea y de la Organización de los Estados Americanos (OEA) en el fortalecimiento de los procesos electorales en Venezuela.

En la reconstrucción del camino electoral, le corresponde al Estado asumir la gran responsabilidad de proteger, auspiciar y fomentar el derecho al sufragio pero en igual proporción es competencia de todas las personas no renunciar a sus derechos políticos, cuestión que implica no abandonar el voto como un instrumento de lucha por la democracia.

De acuerdo a las recomendaciones prioritarias indicadas en el Informe Final de la Misión de Observación Electoral de la Unión Europea en 2021 sobre las elecciones regionales y municipales en Venezuela, es imprescindible derogar la Ley contra el Odio, por la Convivencia Pacífica y la Tolerancia para asegurar una mayor participación política y promover la libertad de expresión; así como también se hace necesario un justo equilibrio en la cobertura de los medios de comunicación durante las campañas electorales, de conformidad con lo establecido en la Ley Orgánica de Procesos Electorales y las buenas prácticas internacionales.

Es evidente que no es solamente el proceso electoral en sí mismo, sino que cada una de las acciones y procesos previos a las elecciones deben dirigirse a que se promueva la participación política de la ciudadanía, a la construcción de un Estado de Derecho que garantice los derechos humanos y la justicia electoral, y a la recuperación de nuestra confianza en el ejercicio del voto como un mecanismo de transformación social.

Cabe destacar, en lo relativo a las garantías de participación de las mujeres que según el Informe Preliminar de la Misión Electoral de Expertos del Centro Carter en las Elecciones Regionales y Locales de Venezuela en el 2021, lo siguiente: «el Centro Carter fue informado de que se permitió inscribir candidaturas que no cumplían con el requisito de la alternabilidad entre géneros, esto es, se permitió el registro de listas en las que las mujeres quedaban relegadas al final de las listas, a puestos con pocas posibilidades de resultar elegidas», de allí que es necesaria una reforma legislativa que permita establecer normas legales para asegurar la participación plena y efectiva de las mujeres en el ámbito político y público.

Otros elementos necesarios para que recuperemos la confianza en la ruta electoral es la independencia e imparcialidad del árbitro electoral, iniciando por un Registro Electoral que permita la participación de toda la ciudadanía venezolana, con la inclusión de venezolanos en el exterior como punto neurálgico.

De igual manera, es necesario garantizar mejores condiciones para la observación internacional, con reglas claras de competitividad, dentro de un marco jurídico y el respeto a los resultados.

Para garantizar la democracia en Venezuela es necesaria la participación de la sociedad civil y de la ciudadanía con el Consejo Nacional Electoral como principal impulsor y rector de ello, siendo imparcial e independiente con condiciones idóneas para poder elegir y que logre recuperar la confianza en el voto.

Los derechos no se pueden suponer, los debemos ejercer y trabajar cada día por ellos, para que en el país todas las personas puedan vivir dignamente en un entorno de libertad, justicia y paz.


Referencias Bibliográficas:

Informe Final de la Misión de Observación Electoral de la Unión Europea en 2021 – Venezuela Elecciones Regionales y Municipales, 21 de noviembre de 2021 https://mail.google.com/mail/u/0/?tab=rm&ogbl#inbox/KtbxLxGrTMTZSztZzSQPtMD TZRjjjPQgsV?projector=1&messagePartId=0.1

Informe Preliminar Misión Electoral de Expertos del Centro Carter Elecciones Regionales y Locales, Venezuela 2021
https://mail.google.com/mail/u/0/?tab=rm&ogbl#inbox/KtbxLvhZjLNThBnnrZczddVRjFblv CtFVq?projector=1&messagePartId=0.1

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Red de Activistas ciudadanos por los DDHH promoviendo democratización de los DDHH

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